Quizás no sea la frase más ortodoxa del mundo para arrancar una reseña pero creo que es un factor clave a la hora de hablar de "La era de Drácula".
Son mi tipo de monstruo favorito y me suelen interesar en cualquier tipo de forma, estilo o presentación.
Hasta los espaciales.
Y también me gusta encontrar novelas que me sorprendan, me atrapen desde la primera página y disparen ideas a bocajarro, sin descanso.
"La era de Drácula" de Kim Newman (Londres, 1959) llevaba años en mi pila de pendientes y hasta ahora no me había metido en su mundo, un universo en el que Vlad Tepes sale victorioso de su encuentro con Van Helsing, Harker y compañía.
Nunca es tarde si la lectura es buena.