Los aburridos y previsibles Oscars de éste año han dejado una pequeña joya en la categoría de ganador al Mejor Cortometraje de animación como es ‘The fantastic flying books of Mr. Morris Lessmore’.
15 minutos tan bonitos que os sangrarán los ojos de tanto llorar arcoíris...
Señoras y señores, la mejor saga de juegos de la presente generación de consolas llega a su fin el mes que viene, "Mass effect".
En este emotivo momento, nada mejor que enlazar el tráiler definitivo que acaba de salir: definitivo porque será el último antes de su puesta en venta y definitivo porque lo mola todo... y mas. Deberíais verlo aunque no os interesen los videojuegos ni un poco.
En 6 minutos y medio, Aleix Saló, ilustrador español, nos muestra de manera sencilla parte del por qué de la crisis y como en unos pocos años, pasaremos a vivir en Españistán (represión policial incluida, por supuesto).
Para todo el mundo al que la economía le pilla en fuera de juego (como a mí), dedicadle 6 minutillos,que os compensará:
También hay un álbum, del mismo título y autor, editado por Glenat, por si os interesa.
Según el calendario maya, el 21 de diciembre de 2012 (solsticio de invierno) aparecerá una gran grieta oscura en el cielo que acabará con el mundo tal y como lo conocemos.
A su favor está la gran exactitud de su calendario y sus cálculos basados en la astronomía, sobre todo. Se ha comprobado que en esa fecha habrá una alineación extraña de los planetas del sistema solar, además de una teoría sobre un agujero negro que ronda cerca de la vía láctea. También hay varias teorías sobre inversiones de los polos magnéticos, con los desastres naturales que eso acarrearía, sustentados por estudios paleogeológicos y por frecuencias de repetición a lo largo del tiempo.
En contra tenemos el sentido común y aplicar la visión de que nuestro tiempo de vida es infinitesimal si lo comparamos con la edad de la Tierra, por ejemplo, así que nuestro lapso de vida coincida con semejante desastre es muy poco probable.
Pero hay varios casos de coincidencias que nos hacen darle una vuelta al coco.
Hoy toca hablar de Edgar Allan Poe, el tremendo escritor.
Poe sólo escribió una novela como tal, "Las aventuras de Arthur Gordon Pym" en 1850. En ella cuenta como un barco inglés naufraga cerca de las Malvinas, donde sobreviven cuatro tripulantes. Muertos de hambre, deciden escoger a suertes a ver a quien asesinan para comérselo e intentar sobrevivir. El "afortunado" es Richard Parker, según la novela.
En 1884 y en la vida real, un barco inglés naufraga en el Atlántico y solo sobreviven cuatro personas. Creo que sobra decir cuál era el nombre del sacrificado para alimentar a los demás.
¿Real o no?¿Coincidencia o exageración?
No se sabe pero, ¿a que es mas divertido pensar que no es una mera coincidencia?
Y a vosotros, ¿cómo os gustaría que fuese el fin del mundo?
A mi, hoy, me vale con Godzilla.
Blue Oyster Club - Godzilla, del álbum Spectres (1977).
En un mundo en crisis, con cierto rechazo a la cultura que no sea absolutamente masiva y que no venga bien publicitada, cada vez resulta mas difícil sacar adelante un proyecto propio sin contactos o mecenas poderosos. Así que los posibles beneficios que tendría el uso de internet en cuestión de promoción quedan difuminados ante la imposibilidad de llevar a cabo el proyecto.
Pero somos mucha gente, cada vez mas y siempre vas a encontrar a alguien en cualquier parte del mundo que se pueda sentir interesada por tus proyectos. Del hecho que esta persona se sienta interesada a que pueda llegar el producto final a sus manos queda un largo trecho que muchas veces no se completa al entrar en juego productoras, distribuidoras, etc., así que productos que en un principio tendrían unas ventas notables no pueden desarrollarse porque las empresas relacionadas no cumplen su margen de beneficios y cierran el grifo.
Game over a los sueños y a pasar por la salida sin cobrar.
Ahí entra el crowdfunding, es decir, la financiación del público.
Presentan tu proyecto en cualquiera de las webs que se dedican a ésto, dando pelos y señales sobre en qué consiste, en qué se va a destinar el dinero recaudado y unos márgenes: uno de beneficios mínimos a partir de los cuales el proyecto es viable y un marco temporal, una fecha límite para conseguir ese dinero.
¿Y que gana el público? Apoyar a unos artistas que le gustan y según la cuantía de su donación varias recompensas: desde el producto final hasta cenas con los artistas, conciertos privados, etc.
Por supuesto, si el proyecto no finaliza bien, es decir, si no se consigue el dinero mínimo, no se cobra nada a nadie y se cancela, para siempre o buscando nuevas vías de financiación.
Personalmente, he apoyado un proyecto así con una banda española de rock: Los Madison. Necesitaban 3000 euros para grabar su tercer disco y en poco mas de un mes sacaron el doble de dinero.
El disco, "Compás de espera" sale el 6 de marzo y al financiarles ya tengo en mi poder una copia digital y me estará esperando en casa el disco en formato físico en la fecha de salida.
Decir que es un discazo es poco y que lo deberíais escuchar todos sobra, pero además su aventura con el crowdfunding les trajo una segunda sorpresa aparte del apoyo de tanta gente: han conseguido un contrato con Warner Music, quizás fijándose en la masa de seguidores que tienen detrás, capaces de poner 10 - 15 euros de mínimo sin haber escuchado nada del disco, fiándose de experiencias anteriores y confianza en el grupo..
También hay otro ejemplo: Tim Schafer, quizás el tío mas guay de toda la industria del videojuego y de la Tierra, en general, quiere hacer un nuevo juego. Para quien no lo conozca, Schafer es una de las personas que estaban detrás de la saga de Monkey Island, Day of the tentacle, Grim Fandango o mas recientemente, Brütal Legend.
Ahora quiere hacer una aventura gráfica de las de toda la vida, de apuntar y seleccionar o point and click que quizá no tengan cabida en un mercado como el actual pero que seguro que hay una legión de seguidores detrás a los que les interesaría.
Bueno, mejor que lo explique él mismo:
Pedían 400.000 dólares y los consiguieron en 10 horas... ahora van por dos millones de dólares y aún queda plazo hasta marzo. Quizás Schafer pueda comprar un país gracias al crowdfunding... país al que me iría a vivir, sin duda.
El punto negativo puede ser que no todo el mundo tiene la fama de Schafer y su carisma para poder reunir tanto dinero en tan poco tiempo, por cada proyecto que tenga éxito habrá unos cuantos más en el cementerio. Por otra parte resulta triste que un gurú de los videojuegos y del entretenimiento durante años como Shafer tenga que tirar de estas técnicas para conseguir financiarse un juego.
Crowdfunding como medio para poder financiar sueños, como elemento para darle poder a la gente, como mecanismo para frenar el poder de productoras desalmadas.
Atentos a este fenómeno y apoyad lo que os gusta que será la única manera de que se siga haciendo.
La Hammer fue una productora inglesa de cine de terror que se hizo famosa en los años 60 y 70 por sus películas. Bueno, por las películas y por Christopher Lee contra Peter Cushing en cualquier versión de "Drácula". Siempre dispuestos a hacernos pasar un ratito de suspense, un poco de sangre y mas entrados en épocas modernas, alguna bella y semidesnuda dama escapando del pérfido monstruo de turno.
Si sois lo suficientemente viejos para acordaros del programa "Alucine" en La 2, os acordaréis de alguna, seguro o en su defecto, de Christopher Lee con los ojos rojos...
La cuestión es que la productora quebró y cerró durante varios tristes años hasta que a alguien se le encendió la bombilla y decidió reabrirla bajo las mismas condiciones artísticas de antaño: películas de terror o suspense, de poco presupuesto y de disfrute rápido.
El primer producto salió bastante mal ya que fue "La víctima perfecta", que llegó al año pasado con Hillary Swank y que tiene es francamente mala, en todos los sentidos.
Un desastre.
La segunda película que nos llega de la renacida Hammer es esta mujer de negro, con Daniel Radcliffe intentando dejar atrás a Potter.
La película nos traslada a la antigua Inglaterra donde un joven abogado debe resolver el papeleo pendiente para que una vieja mansión se pueda vender pero las apacibles gentes del pueblecito colindante no están por la labor de ayudar ya que algo siniestro ronda por la casa.
Esta película si que recupera el espíritu Hammer con su propuesta algo gótica, su estética Edgar Allan Poe y sus sustos, algo baratos pero no en calidad sino en precio. Gran parte del metraje se gasta en crear ambiente que aunque sí que podría haber estado mejor (hay pocos planos de la mansión, siempre están en las mismas habitaciones...), funciona y consigue un tramo, en la mitad de la película, donde todo funciona muy bien, sin sobresaltos gratuitos, tan de moda últimamente. Posteriormente todo se actualiza mucho y salen los típicos sustos de gritos aturdidores, caras deformadas y demás, démosle las gracias al cine oriental y sus "rings" por tan horrible y aburrida herencia.
La película funciona bastante bien, se agradece la ausencia de 3D, no hay muchos recursos pero se usan bien y el argumento no flojea tanto como puede parecer, aunque está muy sobado y hay alguna laguna, nada importante.
También en conexión con ese cine de terror de los setenta, con la herencia Hammer, se encuentra la última escena del film que (sin spoilers, tranquilos) intenta romper la barrera entre el espectador y la película, algo parecido a lo visto en Insidious el año pasadopero mucho mas pulp y Hammeriano (o todo lo que se pueda en una escena de cinco segundos).
No todo van a ser aplausos, hay elementos muy criticables y entre ellos, Daniel Radcliffe que no resulta nada creíble ni resulta ser una fuerza escénica que lleve la película sobre sus hombros: es aburrido, plano, triste y no resulta creíble verle parecer un adulto con un hijo... si hasta la ropa la queda rara.
Está bien que quiera escapar de Potter lo mas rápido que se pueda pero así no.
En definitiva, un clásica película de terror, con su buena ración de saltitos en la butaca, muy entretenida y recuperando parte de la esencia Hammer, que nunca debió dejarnos huérfanos.
Lo mejor: La ambientación, este tufillo a serie B, la parte central de la película en la mansión.
Lo peor: Daniel Radcliffe, algunos elementos inconexos, su previsibilidad. No mas sustos con caras pálidas y deformes, gracias.
Multipremiada y nominada, de esas que cuando ves el poster tienen un faldon oscuro con todas las nominaciones en letras doradas, película que nos deja un detalle claro: George Clooney se ha hecho mayor aceptando sus cincuenta.
Alexander Payne, el director y co-guiónista, se mueve bien en los círculos de sociedad alta, como dejó entreveer en "Entre copas", su anterior y elogiado trabajo y en esta ocasión repite. Clooney es el cabeza de una familia acomodada que debe hacer frente al coma de su mujer, a sus hijas y a la venta de unos terrenos familiares para sacar dinero y contentar a los manirrotos de sus primos.
Y todo, en Hawai.
Camisas hawaianas aparte, la película resulta un relato excelente de las relaciones paterno-filiales con varios prismas: una hija es una niña/adulto y la otra es una adolescente incorrecta y enfadada con el mundo, así que el reto para el personaje de Clooney,poco ducho en cuestiones paternales es doble y complicado.
También refleja la destrucción de la pareja por aburrimiento,dejadez y fallar lo básico (la comunicación) y la soledad de la mediana edad, el tener que enfrentarse a situaciones inesperadas cuando ya esperas que tu vida sea una balsa de aceite. Clooney brilla en éste papel, incorporando su repertorio de expresiones, casi tics nerviosos, para la construcción del personaje con lo que la credibilidad es máxima.
Y en realidad hay poco mas que decir, es una película que tiene en su sencillez su única arma, que utiliza con una sabiduría magistral y que hace parecer la horrible vida en Hawai como algo normal y natural. Tiene un estilo muy clásico, de un Hollywood ya olvidado pero puesto al día. De ahí, quizás, su inesperado éxito en taquilla, sobre todo en España, pero no hay mucho mas: una buena historia y buenos sentimientos, pura normalidad.
Tan normal como quedarte en el sofá tomando un helado con tus hijas.
Lo mejor: George Clooney, los paisajes, las dos hijas.
"Malaz: El libro de los caídos" es una saga de fantasía, creada por Steven Erikson, que además es antropólogo y arqueólogo...casi nada.
Según los entendidos y los aficionados a los números de ventas, ésta es la única saga de fantasía que puede hacerle sombra a la todopoderosa "Canción de hielo y fuego" en las estanterías de medio mundo (dejando de lado a Patrick Rothfuss y su Kvothe, claro) pero desde mi punto de vista como humilde lector, no creo que merezcan ni ser comparadas sin que en ellas se encuentre ninguna fisura respecto a la calidad de ambas obras.
Me explico.
"Canción de hielo y fuego" es una saga accesible para casi todo el mundo, te guste el género fantástico o no, siempre y cuando te evadas de su temática fantástica y te acostumbres al montón de personajes y casas que lo inundan. Rara será la persona que no se encuentre enganchada a sus páginas y devore los libros de este tremendo folletín.
Una saga muy bien planificada, espléndidamente narrada y con auténticos momentazos, sin duda.
Todo lo accesible que es "Canción de hielo y fuego" lo es "Malaz" de extraña, agobiante y en muchos momentos, desconcertante. No es una saga de las de recomendar a todo el mundo sino de las de afinar bien con la recomendación: es compleja, densa, enrevesada... para fanáticos de la fantasía.
"Los jardines de la Luna", su primer volumen, es hipnótico: no sabes muy bien lo que te están contando, parece que la historia lleva varios volúmenes y te han invitado a entrar en mitad de la sesión. Muchos personajes, nombres extraños, razas, dioses interfiriendo en asuntos humanos con vete tú a saber que interés... mucho meollo y muy avanzado.
Pero no por ello dejas de leer, te centras y sigues y al final te gusta aunque hayas cogido la mitad.
El segundo volumen, "Las puertas de la Casa de la Muerte", no es que sea mucho mas esclarecedor, sino que aumenta su número de hojas y además gira totalmente el argumento, con nuevos personajes, sitios y situaciones. El caos aumenta pero, al igual que con el primero, te dejas llevar y aunque es un poco mas denso y siendo sinceros, peor, también engancha aunque menos.
El punto crucial es el tercer libro, "Memorias del hielo", un auténtico tocho de 800 páginas con letra minúscula (muy mal "La factoría de ideas"...) y que resulta el mejor de los tres, seguido de cerca por el primero. Historias que convergen (aunque menos de lo que me gustaría), cruentas batallas y muertes bastante dolorosas de personajes cruciales.
Lo esperable en estos casos, vamos y además el propio autor lo señalaba en el prólogo del primer libro: hasta el tercero no te acostumbras al mundo que se narra, lo ves como algo real, posible y lógico, a su manera.
El estilo de Erikson puede llegar a desesperar con su detallismo, muchas veces vacío y sus escapadas hacia situaciones o conversaciones que la mayoría de las veces, no tienen ningún interés pese a que parezca lo contrario en un principio. Dejando eso de lado, es en este tercer volumen donde las piezas encajas y te das cuenta de que se ha creado un nuevo mundo de fantasía, con sus propias reglas complejas, con sus razas extrañas, el especial tipo de magia basando en sendas y que ningún personaje es crucial.
Y lo que es mas importante, hay mucha historia mas allá de este tercer libro.
Aquí estaremos para seguir enganchados a sus cadenas.
La ley del silencio (On the waterfront) - Elia Kazan, 1954
Marlon Brando como Terry Malloy, boxeador venido a menos, mantiene una charla con su hermano Charley, interpretado por Rod Steiger, gángster portuario con ínfulas de grandeza, en la parte de atrás de un coche.
Atención a la iluminación para crear sensación de movimiento y al brutal momento de silencio cuando se rompe la relación entre dos hermanos. Brando da una lección de interpretación sólo con sus miradas, una de las grandes escenas del cine.
Elia Kazan consiguió un gran éxito con esta película basada en el honor sobre la corrupción en los muelles y los gángsters que se lucraban con ella. Lo que Kazan dió a entender es que él mismo fue parte de una trama parecida y singular cuando tuvo que declarar en la llamada "caza de brujas" contra la aparición del comunismo en Estados Unidos y delató a varios antiguos compañeros de ideología. Kazan intentó lavar su conciencia con esta película, una gran obra maestra.
El demonio bajo la piel (The killer inside me) - 2010
No poseo estudios de derecho, todo lo que se de leyes lo aprendí leyendo en el bufete de un abogado. La única educación superior que he recibido fueron los dos años en la escuela de agrónomos aunque fue una pérdida de tiempo. Solo aprendí dos cosas en aquella escuela que me fueron de utilidad: una era que no podía hacerlo peor que las personas que ostentan el poder así que era mejor derribarlas y ocupar su puesto. Y la otra fue una definición de un libro sobre agricultura. Una mala hierba es una planta que crece salvaje. Si encuentro una malvarrosa en mi campo de maíz es una mala hierba. Si la encuentro en mi jardín, es una flor.
Está usted en mi jardín, Señor Ford.
- Bill Pullman como Billy Boy Walker, abogado picapleitos, a Casey Affleck en el papel de Lou Ford, siniestro psicópata.
Jason Segel es uno de mis ídolos.
Por él puedo ver "Cómo conocí a vuestra madre", serie que aborrecería de otra manera (Ted.....Ted.....argh!), "Paso de ti" es una comedia como la copa de un pino aunque "Te quiero tío" haya sido un resbalón (echémosle la culpa a Paul Rudd).
Que tiene una obsesión con cantar y las marionetas es algo evidente: en "Paso de ti" su personaje crea un musical con marionetas sobre vampiros, auténtico embrión y carta de presentación que lo que tenía pensado hacer con los teleñecos (teleñeco, que gran palabra). Después de insistir mucho, Disney le dió luz verde al proyecto de recuperar a los muppets, firmando él mismo el guión y dejando la dirección en manos de James Bobin, alma gemela en la comedia y la música ("El show de Ali G", "Los Conchords").
La premisa es sencilla: Gary (Segel) es hermano de Walter y se van con Mary (Amy Adams) a Los Ángeles para celebrar el aniversario de la pareja y de paso, conocer los estudios de los muppets. Allí conoceran el plan malvado de Richman (Chris Cooper) para extraer petróleo del estudio y cargarse a los teleñecos.
Desde el primer minuto te condiciona a que tengas fe en ella: Gary y Walter son hermanos pero Walter es un muppet. Una vez que le restas importancia a eso, el resto va rodado. Números musicales, humor a la antigua, de lo blanco, para todos los públicos y una serie de personajes estupendos en 100 minutos encantadores.
Lo peor de todo es que éste mensaje ya no cala en la gente, los padres y madres no quieren llevar a sus hijos a ver esto, prefieren que todo sea digital, en 3D, películas que ellos piensan que pueden disfrutar a la vez, con chistes para papis y el resto para peques, tipo Shrek.
Craso error, así va todo. "Los Muppets" es una película para niños, claro, y para papis y mamis y para treintañeros que quieren un teleñeco con perilla. Es una película para reír y para darte cuenta de lo jodido que esta el mundo cuando cuesta tanto que estos personajes salgan del sótano en el que estaban cogiendo polvo, para ver que en la sala sois cinco personas y que cuando se estrena cualquier basura en animación 3D, abocada a subsistir en un dvd que regalen los periódicos el domingo, la sala está a rebosar de niños que van a salir decepcionados y padres aburridos. Pero es lo que se lleva, es lo que toca.
Que viva el 3D y la animación digital, amigos. Si esta peli fuese de Pixar y los personajes no fuesen de gamuza, otro gallo nos cantaría.
En este campo se defiende muy bien la película: en ella subyace una crítica mordaz a la actualidad con programas tipo MTV que consisten en abofetear a un maestro, el querer sustituir a los muppets por los moppets, barriobajeros y con estética urbana y rap para adaptarlos a los feroces tiempos modernos. También un tema central, sobre todo para alguien como Jason Segel, ¿hay que crecer o se puede seguir siendo niño? De ahí viene la dualidad entre su personaje y su hermano, dos caras de lo mismo, hombre y muppet, que se resuelve en un número musical nominado al Oscar este año.
Una película excelente, entretenida, bien resuelta y disfrutable a varios niveles, con un encanto inocente evidente solo con ver a Segel y Adams en el póster y ver la ciudad donde viven. Un ejemplo de cómo debe ser el cine familiar y de recordar a unos personajes que nunca deben desaparecer de la memoria colectiva. También se rodean de coleguis como Dave Grohl ("Foo fighters"), Jack Black, Zach Galifianakis , Jim Parsons y algunos mas.
Gracias Segel, por hacerme salir del cine con una sonrisa enorme.
Además se complementa con un corto de Toy Story, con un Buzz pequeñín y cabezón que es una comedia.
Lo mejor: Todo, desde el apoteósico número musical inicial hasta el número final en los títulos de crédito.
Lo peor: Que pase desapercibida, como si fuese un producto menor. Una pena.
"El topo" ("Tinker Tailor Soldier Spy") está basada en una novela original de John le Carré y como todo lo de éste hombre, va de espías. Quizás no haya mejor que escribir sobre lo que uno sabe ya que Carré fue un espía de verdad, ya retirado. Un tío peligroso, seguro.
La película narra la investigación encubierta de Smiley (Gary Oldman), en plena guerra fría contra los soviéticos y donde se creía que había un topo entre las filas de espías ingleses.
Decir que Gary Oldman se come la película es poco. Da un auténtico recital de actuación comedida, la mayor parte del tiempo, con una presencia hipnótica en pantalla y un momento (la historia que cuenta casi a cámara sobre su pasado) que es de Oscar. Una auténtica reivindicación para un actor con algo de mala suerte en los papeles que escoge últimamente pero que siempre deja una impronta personal en los mismos.
Pero esto no quiere decir que el resto del reparto se quede cojo: empezando por Benedict Cumberbatch, dando un paso de gigante en su proyección internacional después de ser un excelso Sherlock en la serie de la BBC, un Mark Strong que hace bien todo lo que se le encarga hasta Colin Firth, rentabilizando su Oscar del año pasado.
Película de actores, sin duda.
La dirige Tomas Alfredson, al que recordaréis por la versión original de "Déjame entrar", aquella película de niños y vampiros que es tan increíblemente buena. Imprime a la película un ritmo lento, detallista, que puede llegar a exasperar al público pero que recuerda al del cine inglés de los setenta y a la mayoría de películas serias de espías. Un homenaje a todo aquello pero lo que no quita que, en conjunto, la película sea lenta y que pienses que puede haber algo mas que en lo que en principio parece, pero no. Esta todo ahí.
Aun así, deja varios momentos de buen cine: la historia que narra un Oldman borracho, las internadas de Cumberbatch por el servicio secreto, todo lo relacionado con el personaje de Mark Strong desde la etapa en el colegio hasta el emotivo y brillante final (tensión homosexual incluída...) y las revelaciones finales.
Quizás con veinte minutos menos hubiese ganado mas empaque pero también hay que tener en cuenta que adaptar el libro no debió de ser tarea fácil. Típico problema de las adaptaciones.
Y deja la certeza de que ser espía no mola nada: gente solitaria, con problemas mentales, viviendo siempre con la careta puesta y mirando a tus espaldas...
No es James Bond, pero es una correcta película con unas actuaciones sobresalientes. Y la banda sonora, de un español nominada al Oscar, por cierto, con muchos toques de jazz y alejándose de lo que suelen ser las b.s.o. de estos tipos de película.
Lo mejor: Los actores, en especial Gary Oldman. El final, un climax tremendo sobre todo el que involucra a Mark Strong.
Lo peor: Demasiado correcta (pese a incorporar referencias homosexuales a la mayoría de personajes), ver que ser espía no mola tanto como se pueda pensar.
Dos años después de la primera entrega, el detective vuelve con una nueva aventura con el mismo equipo que nos sorprendió y entretuvo a partes iguales con la anterior película. Porque si hay algo seguro es que esta encarnación de Sherlock está hecha para entretener no para desarmar al público erudito con sus elucubraciones sino para que comas palomitas, apagues las neuronas y te dejes llevar de la mano durante dos horas.
En definitiva, el entretener por entretener.
Y todos tan contentos.
En esta nueva entrega de la saga (¿tercera a la vista?) Holmes (Downey Jr.) y Watson (Law) deben hacer frente al profesor Moriarty (Jared Harris) en una aventura que les llevará por media Europa para desbaratar su maléfico y misterioso plan.
Así de simple, sin complicaciones.
El guión es de manual para las segundas entregas: recordamos un poco de los personajes principales, se presenta una nueva situación, se oscurece un poco la trama (segundas partes siempre son mas oscuras), hay conflictos entre los protagonistas, situaciones tensas y final, abierto si recauda, cerrado si era una segunda parte por compromiso.
Y esta es, tal cual, la estructura de la película. Holmes y Watson funcionan tan bien en esta segunda parte como en la primera, siempre bajo la imagen de Robert Downey Jr. y Jude Law, con sus riñas y disputas infantiles, mezcla de los libros clásicos de Conan Doyle (lo menos) y de una especie de House y Wilson (la mayoría) que aborrecerán los fanáticos de las historias originales pero que, al igual que en la primera parte, supone un soplo de aire fresco para los personajes, mas desenfadado. Y que nadie se escandalice, Conan Doyle odiaba a Holmes y el tener que escribir cada dos por tres sobre él, incluso tuvo que "resucitarlo" por clamor popular, así que no se va a levantar de su tumba enfurecido ni nada similar.
Lo bueno de las segundas partes es que en la primera ya tuviste que hacer el trabajo sucio así que personajes, interacciones y tramas ya están en marcha y puedes dedicar tus esfuerzos en presentar nuevos secundarios. La pena es que en este caso, los secundarios nuevos están desdibujados y no funcionan como deberían. Stephen Fry es Mycroft, hermanísimo de Sherlock y que está muy poco aprovechado en el metraje, un par de escenas graciosas (impagable su mayordomo) y poco mas, lo mismo que Noomi Rapace (Lisbeth Salander en la versión sueca de "Millennium" y próximamente en "Prometheus", la "precuela" de "Alien" de Ridley Scott) en su papel de gitana, pura comparsa.
Decir que el mejor secundario es un pony es una obviedad, por supuesto (si visteis la película lo entenderéis...).
En cuanto al nuevo Moriarty, nada que reseñar. Típica actuación de villano malísimo pero que no desprende la maldad necesaria para ser recordado. Una némesis poco memorable pero tampoco aborrecible. Se barajaron varios nombres famosos para el papel (Bardem, por ejemplo) pero tampoco creo que un actor reputado cambiase mucho el papel, teniendo en cuenta el guión.
Tambien sale Rachel Adams, la chica de la primera parte, en un papel algo recortado... hay que ver que maltrato hay en esta saga hacia los personajes femeninos, muy desaprovechados.
El auténtico problema está en la dirección de Guy Ritchie, muy encorsetado en la primera hora, tediosamente correcto y cumplidor, sin salirse de lo estipulado, sin chicha y totalmente plano. Menos mal que despierta en la parte final con una escena enorme de fuga por un bosque donde saca todo el arsenal marca de la casa: cámaras superlentas, emulsiones y ritmos desquiciados para hacer que el metraje suba un poco en calidad e interés.
Todo adornado con la banda sonora de Hans Zimmer que continúa con el tema central presentado en la primera parte y que resulta muy acertado y fácil de recordar.
Pero,atendiendo a lo anterior, parece que la película no es buena o entretenida y todo lo contrario: es un ejemplo estupendo de entretenimiento masivo, ágil, bien ejecutada y con momentos cómicos bien ejecutados, de las que tan pocas veces se ven hoy en día.
Tiene el problema básico de todas las secuelas continuístas: si no te gustó la primera parte, esta tampoco hará que cambies de opinión.
Lo mejor: Holmes - Watson (aunque algo pero que la primera parte), los últimos veinte minutos, el pony.
Lo peor: Algo larga con partes de puro relleno, que Ritchie tarde tanto en soltarse.
Para no perder el tiempo y para dejar algunos conceptos claros: "Drive"es la mejor película del 2011, sin ningún tipo de duda.
Partiendo de esa premisa (subjetiva y personal) podemos entrar en materia.
Best fuckin' poster of the world - Version 1.
La historia es simple: tenemos a un conductor (un enorme Ryan Gosling) que se dedica a doblar escenas de acción de día y de noche a conducir durante 5 minutos para quien le contrate, sin preguntas.
Serio, poco hablador y calmado, su vida se trastoca cuando conoce a una chica.
Lo grande de "Drive" no es su guión o su idea principal, basada en una novela de James Sallis y editada en la recomendabilísima "Serie Negra" de RBA en castellano, que ya la hemos visto mil veces en el cine negro sino en cómo lo cuenta, como casi siempre ocurre en las grandes películas.
La película funciona en un nivel muy profundo, calmosa y queda, relaja tu atención a niveles basales, convirtiendo al espectador en una especie de ser afín al protagonista, con la misma intensidad comedida. Cuando él se enfada,cuando libera el monstruo que tiene dentro, el espectador lo siente a través de la película, con un ritmo mayor, imágenes violentas y escenas llenas de tensión. Ahí es donde gana el partido, en esa oscilación entre momentos calmosos y explosiones puntuales para volver a un nivel tranquilo.
Y con esa secuencia de acción - reacción se cuelan varias de las escenas mas memorables del cine actual como la tremenda secuencia inicial o la escena del ascensor con un plano final matador. Tiene mas cine en sus 100 minutos de metraje que la mayoría de las películas actuales. Además tiene un par de persecuciones en coche ejemplares, sin caer en la espectacularidad vacía del cine de acción actual.
De los actores hay poco que decir: están todos perfectos, empezando por Ryan Gosling en un papel difícil y sentido que espero que le valga una nominación al Oscar le debería haber valido una nominación al Oscar hasta una Carey Mulligan que con su candidez supone el contrapunto ideal a la frialdad premeditada del protagonista. Si que hay que tener en cuenta que la actuación de su protagonista puede llegar a rozar el sin sentido o incluso la parodia para algún público, lo que la hace mas difícil todavía y, por supuesto, la película tiene una gran baza en sus tres secundarios principales: Albert Brooks, Ron Perlman y Bryan Cranston. Para echarse a temblar.
Porque lo que no hay que olvidar es que "Drive" es una historia de amor. Una historia sobre lo que somos, lo que queremos ocultar(nos) y los sacrificios que hay que hacer por la gente que te importa.
Es un buen ejemplo del revival ochentero que sufrimos, desde sus créditos, su imagen en general y sobre todo, su banda sonora con una serie de temazos capaz de cardarle el pelo a un calvo.
"Drive" es puro cine, novela negra de reserva. Es icónica, refleja y crea a uno de los personajes inolvidables del cine (ese conductor sin nombre) con una chaqueta totalmente hortera que todos nos morimos por tener, tiene un final épico y aunque no lo parezca Nicolas Winding Refn es un nuevo Scorsese, cuidando con el mismo mimo e intesidad cada escena, cada momento en una película que refleja a la perfección el espíritu de parte del cine de los setenta\ochenta, del cine de tipos duros y pocas palabras, de coches rápidos, calles vacías y corazones tristes.
"Drive" entra directa a mi top para quedarse a vivir al ladito del Travis de "Taxi driver", me ha devuelto las ganas y las esperanza de ver buen cine.