lunes, 10 de febrero de 2025

Amantes espeluznantes (Spooky Lovers) - J. V. Gachs / Dimensiones Ocultas (Interstellar Flight Press)

Una cita a ciegas a medianoche en un cementerio abandonado puede que no le parezca la mejor idea del mundo a una persona medio cuerda.
Pues no lo se, la verdad, eso depende de muchas cosas. Pero de lo que estoy seguro es de que es una frase magnífica para arrancar una novela. 
Amantes espeluznantes (o Spooky Lovers en su versión en inglés) es la segunda novela publicada de J.V. Gachs, esta vez en Dimensiones Ocultas, y llega después del impacto que fue Epifanía, su novela debut editada por Dolmen, en castellano, y por Off Limits Press, en inglés.
Por puntualizar y porque puede que suene extraño, Gachs es una autora española que también publica sus novelas en inglés, como segunda lengua (es decir, no traducidas, si no escritas en inglés).
A lo que iba. 
Amantes espeluznantes arranca así, con dos mujeres teniendo una cita a ciegas en un cementerio monumental abandonado, después de conocerse en una app de citas llamada Spooky lovers. Lo que una no sabe es que la otra es un fantasma, pero un fantasma de manual, de esos que se ven borrosos, y con un detalle clave: no recuerda nada de su pasado. Ni su nombre, ni su vida... ni quién acabó con ella. 
Porque lo que sí tiene claro es que la han asesinado y quizás, sólo quizás, el culpable aún sigue libre.
¿Os ha picado la curiosidad, eh?





Título: Amantes espeluznantes / Spooky lovers
Autora: J.V. Gachs
Editorial: Dimensiones Ocultas (castellano) / Interstellar Flight Press (inglés)
Páginas: 192
Cubierta: Suspiria Vilchez (castellano)
Paperback con solapas

VOLVERÁS A CREER EN EL AMOR DESPUÉS DE LA MUERTE.
Todo lo que Avra quería cuando instaló Spooky Lovers, la aplicación de citas para los amantes del terror y lo macabro, era:

1. Una relación amorosa

2. Vestidos de novia a juego

3. Una boda discreta en un cementerio

¿Encontró el amor cuando conoció a Ernestina?
Pues... sí.
El único problema es que…
Ernestina es un fantasma.

No recuerda nada de su vida, pero revive su muerte de vez en cuando.
Decidida a ayudar a su amante, Avra se une a Andrea, la presentadora del podcast de crímenes reales
«Sin noticias», y descubren que Ernestina fue víctima de un asesino en serie… que aún anda suelto.


Ya habéis leído el argumento, mi entradilla a esta reseña y habéis echado un buen vistazo a la portada. Hay cosas que están claras, como esa cita a ciegas en un cementerio gracias a una app, que hay cierto factor romántico o que una de ellas es un fantasma.
Bien, enhorabuena: eso es el primer capítulo del libro.
Apenas.
Avra y Ernestina son nuestra pareja protagonista.
Avra está fascinada por todo lo sobrenatural, por eso se registró en Spooky Lovers, para conocer a personas como ella, con gustos afines, entusiastas de todo lo que da repelús. Tiene un podcast sobre misterio y una cosa muy importante: está viva.
Así que, por eliminación, Ernestina es nuestro fantasma. (No)Vive en el viejo cementerio, es conocida como la Dama de las Caléndulas por aquellas personas que la ven vagar, y se conecta a Spooky Lovers gracias a un viejo móvil abandonado por un asustado visitante. 
Ernestina sabe que está muerta pero no conoce desde hace cuánto tiempo, ni recuerda nada de su pasado, ni si puede salir del cementerio. Nada de nada, salvo una no existencia basada en especulaciones y una personalidad fantasmal que se ha ido forjando poco a poco, con lo que tenía a mano.
Avra y Ernestina ya se conocen, aunque sea la primera vez que se ven... ¿cara a ectoplasma?
Y se quieren.
Ahí no hay conflicto, no se gastan páginas ni palabras.
Entonces, ¿dónde está el lío de la novela?
Pues en la circunstancia de que Ernestina no conoce su pasado, ni quién es ni quién la asesinó. Porque Ernestina, en los momentos más inoportunos, revive su propio asesinato, cruel y violento, devolviéndola a un infierno momentáneo.

Lo que podría parecer una novela romántica salta por los aires en apenas un capítulo para convertirse en otra cosa, un thriller, si queréis, un misterio de asesinato, entre un grupo de mujeres adultas, en diferente estado de vitalidad, que deber investigar el asesinato de una de ellas.
A las dos protagonistas principales, Avra y Ernestina,se le suma una tercera, Andrea, investigadora en un podcast de crímenes reales y antigua pareja de Avra, que ayudará a resolver el caso.
Tres mujeres, en completa sororidad, tan distintas como complementarias, que la autora construye de forma ágil.
Avra, algo alocada y entusiasta, Ernestina, más adulta, más muerta y con traumas y Andrea, quizás la más resolutiva y con los pies en la tierra.
Hay un grupo de protagonistas y falta, claro, una némesis. No os voy a destripar quién es el asesino o incluso si existe en tiempo presente, pero si que os adelanto que estamos ante una figura que pone en primer plano varios temas que Gachs ya había manejado en Epifanía: las relaciones sentimentales tóxicas y la violencia machista.

Tenemos un misterio, unas protagonistas, un asesino suelto y una atmósfera muy peculiar: ¿cómo consigue J.V. Gachs que esto funcione?
Pues a base de ritmo, de haber visto y leído mucho y de tener una idea muy clara del espíritu (¡ja!) de su novela.
Amantes espeluznantes (Spooky Lovers) está adscrita a un tipo de historia, a un estilo, muy concreto. Es rápida, ágil, pero no sacrifica profundidad o sentido por ello. 
Capítulos cortos, narrados por Avra o Ernestina, sin solaparse en el tiempo, haciendo que la historia siempre fluya hacia delante. 
Y dos voces, claro, tan distintas como ellas mismas.
La personalidad de la novela se refleja en su estilo, o viceversa, y Gachs supera la misión con éxito. Recordemos que venimos de Epifanía, una novela compleja, llena de narradoras no fiables, oscura, con saltos temporales y de medios, para encontrar una historia más ligera y directa, en apariencia, pero con ideas y puntos en común. 
La evolución o exploración de una autora es, quizás, esto: explorar diferentes historias, voces, estilos, pero saliendo airosa del ejercicio.

Amantes espeluznantes es una novela tremendamente visual, muy cinematográfica, tanto en su estética como en el desarrollo, pero no de esas películas hinchadísimas de tres horas, no. 91 minutos, ni uno más ni uno menos, aprovechando todos y cada uno de ellos. 
Un estilo que recuerda al cine fantástico de finales de los 90, tanto español como extranjero, y ese aire de ser un entretenimiento que no se corta a la hora de tratar temas importantes.
91 minutos, 190 páginas, una buena tarde de lectura, bebida de confort y dejarte llevar.
¿Podemos llamar a eso cozy horror
Bueno, podríamos, aunque no me llevo bien con las etiquetas. Pero si podría decir que Amantes espeluznantes no es una novela que se centre en lo escabroso o desagradable, que potencialmente habría material para eso, no. Las desgracias ocurren pero la narración no pone el foco ahí, no lo necesita, no es su centro.
Y hay, claro que hay cosas peliagudas. Tiene, en concreto, un par de escenas muy bien colocadas y muy cinematográficas que funcionaron muy bien conmigo. Las vi claramente en mi cabeza y no las esperaba, la verdad. 
La novela tiene varias capas de sentido y de profundidad, funcionando al mismo tiempo. Si que es una novela muy entretenida, ágil, pero, como digo, no por ello sacrifica profundidad o mensaje. Destrozos afectivos, crueles asesinatos, violencia machista y la falsa sensación de seguridad que damos a la fachada o al rol social de ciertas personas. Mensajes actuales y tan claros, cristalinos, como necesarios, por desgracia.
Pero hay más, como la salud mental y la fragmentación de la personalidad debida a los traumas. Y traumas hay un montón, como reflejo de buenas personas del siglo XXI que somos. Aquí podría enlazar con la defensa a ultranza de la extrañeza, la otredad o el repelús; la diferencia social, personal y cultural de, por ejemplo, vestir de negro, disfrutar de un buen paseo por un cementerio, de una película de terror o de cualquier cosa que quizás no encaje con lo que sería, abro comillas enormes, normal. Pasan las décadas y seguimos igual, por desgracia. 
Y, ya por último, la importancia del amor, pero no de un amor de manual, de esos peleados, llorados, luchados, tan típicos en la ficción, no, si no de un amor directo, sin vueltas. Sano, equilibrado, sincero. Un sentimiento que nace de la sencillez y de la verdad, de dos personas que se quieren y punto. Dos personas del mismo sexo, que han tenido experiencias afectivas diferentes, y que se expone desde una visión de la bisexualidad directa y clara. 

Tiene algunos puntos menos favorables, claro. Esa velocidad en el desarrollo hace que algunas cosas pasen demasiado rápido, conexiones que luego descubres que estaban en el texto con anterioridad, y también me da la sensación de que daría para una novela más larga.
¿Eso sería mejor o peor? No lo se, la verdad, y dudo mucho, pero me da la sensación de que habría material para una novela más larga. Quizás esto sea un punto a favor, ahora que lo pienso, porque la novela tiene una extensión perfecta y muy medida; quizás me puedan las ganas de que J.V. Gachs saque una novela bien larga. 
Y un consejo: id con la mente abierta, dejaos llevar, disfrutad. 
Es una novela justo para eso, para disfrutar.


Suelto rollos y luego me olvido de que hay veces que funcionan mejor las frases rápidas, directas y que recuerden a algo. Conexiones.
Cosas.
Podría deciros que, en esta novela, Kevin Williamson se junta con Diablo Cody, dejando un regusto del cine fantástico y de terror de los 90/00, en una celebración de todo lo que da repelús, del amor sin etiquetas, de la libertad afectiva.
Así valdría, la verdad.
Pero, cosas que no suelo hacer, al terminar la primera lectura me monté un collage con referencias, imágenes que igual solo funcionan para mi.


The lovely bones, El Cuervo, me faltaría algo de cine español con esos efectos especiales cutrillos que aprovechan los reflejos en cristales, Lisa Frankenstein o señores muy asquerosos, quizás más por dentro que por fuera.
La verdad es que he disfrutado muchísimo con Amantes espeluznantes porque creo que también es una novela ideal para cierto tipo de personas, de manera de ser, de pensar, muy generacional pero sin caer en lo facilón.
Sería, por ejemplo, una novela excelente para dejársela a un o una adolescente. 
O para mi, un señor barbudo de cuarentaypico que se queda bobo mirando los cuervos volar y al que leer la prensa le da cada vez un poquito más de miedo (de miedo del malo, no del repelús).
Si Epifanía era oscura y triste, Amantes espeluznantes es un canto a la diferencia, a ciertos valores, al amor sincero, contra la violencia machista y contra las fachadas hermosas llenas de podredumbre.
Stay spooky, yo lo intento todos los días.

A continuación, podéis ver la presentación en la que tuve el honor de acompañar a J.V. Gachs, en la Librería Matadero Uno de Oviedo, el pasado 30 de enero de 2025.





También os dejo por aquí La Merienda de LibroGusano en la que Gachs fue nuestra invitada y comentó cosas muy interesantes sobre la creación literaria y futuros proyectos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Siéntete libre de comentar, charlar y replicar sobre el tema que prefieras pero siempre con respeto. ¡Gracias!