¿Sabéis que hay otro mundo escondido tras los pliegues de lo que llamamos "realidad", no?
Bueno, si tenéis dudas, haced un esfuerzo: creedme.
Tiene que haberlo; Iván Ledesma también lo sabe. Lo ha visto.
"Negorith" plantó las bases de ese mundo en una Barcelona llena de diferentes facciones en conflicto y parte de su contenido se amplió en la maravillosa "El rito circular".
Ahora, "Negorith: Sueños y Pesadillas" aparece para, quizás, retomar parte de esos conflictos y llevarlos mucho más allá, pero también para plantear nuevos sueños... y un montón de pesadillas.
Título: "Negorith: Sueños y Pesadillas"
Autor: Iván Ledesma
Editorial: El Transbordador, 2023
Portada: Amelia Sales
Páginas: 504
Tapa blanda con solapas.
La realidad está sobrevalorada.
Eso le había dicho el tipo de la silla de ruedas mientras lo acompañaba fuera de la galería de arte, justo antes de despacharlo con un par de golpecitos condescendientes en la espalda.
En una ciudad desierta, rodeada de oscuridad, de repente han aparecido unas pocas personas
Se sienten extraños.
Ya no necesitan respirar. Ni comer. Y no envejecen. Pero están solos.
O no, porque alguien ha comenzado a cazarlos...
Voy a arrancar con una advertencia: "Negorith: Sueños y Pesadillas" es una continuación directa de "Negorith" y, personalmente, creo que es muy recomendable, casi imprescindible, haber leído ese primer libro antes de dar el salto al segundo. Los eventos de "El rito circular" son más tangenciales y, pese a que vais a disfrutar mucho con la novela en sí y con las referencias entre ambas obras, no resulta una lectura tan fundamental. Pero que la leáis también, vamos.
Y esta advertencia tiene una doble misión: explicar este papel de segunda novela central de una serie y aseguraos que "Sueños y Pesadillas" tiene relación con "Negorith" a pesar de su inicio.
Me explico.
"Sueños y Pesadillas" se divide en tres partes y con la primera de ellas vais a dudar si estáis leyendo una continuación de "Negorith" o un libro aparte. Si esperabais una segunda parte al uso, con eso de recuperar personajes conocidos desde la primera página, Iván Ledesma os va a pegar un buen meneo.
Esta primera parte parece una nueva novela: nuevos personajes, nuevas situaciones, nuevos entornos. Un grupo de personajes se van relacionando en una Ciudad Silenciosa, una especie de Barcelona mezclada con otros sitios, vacía excepto por estos personajes y otra persona que les da caza.
No hay más explicaciones, de momento.
¿Es lo que esperaba?
Un NO rotundo.
¿Me ha decepcionado?
Ni mucho menos...
Me parece una de las maneras más originales a la hora de afrontar una secuela (por definirlo de alguna manera), consigue que te identifiques con alguno de esos personajes, en medio de una historia que no estás entendiendo muy bien.
Y, como casi siempre, todo tiene que ver con el enfoque, con eso de los árboles y el bosque.
En un juego entre realidad y mundo de sueños y pesadillas, Ledesma va dando forma al conjunto, al cuadro general, entre revelaciones, algún pequeño guiño a personajes anteriores, tiendas antiguas de Barcelona que venden extraños frascos llenos de líquido y un juego de gato y ratón, con ventrílocuo/mago y un muñeco terrible. Iván Ledesma también afila su estilo, más directo, a ratos rozando un terror onírico, con los rasgos justos de ambientación.
Hasta que llega un punto en el que muchas piezas encajan y, ¡pop!, se abre una puerta, una puerta por la que llegamos...
...llegamos al segundo bloque, y sí, éste es Negorith 2.
El truco de Ledesma funciona muy bien y, después de ese primer volumen lleno de cosas nuevas, llega el momento de ponerlas en conjunto con lo que ya traíamos de "Negorith".
Y, claro, la cabeza está hecha un lío.
Volvemos a ver a Gris, a muchos demonios, a algunos ángeles, seres de otras dimensiones y a El Candil, esa especie de sociedad secreta que cuida de nuestra realidad. Y también nuevas amenazas, ya vistas parcialmente en "Negorith" o en "El rito circular".
Iván Ledesma no construye la segunda parte que debería ser pero da forma a la mejor de todas las posibilidades. Un paso adelante en ambición, construcción y espectacularidad, que también necesita que la persona al otro lado de la página se deje llevar, que confíe en que los hilos conducen a un ovillo enorme del que cuelgan las respuestas.
Por si no sabéis de qué estoy hablando, el mundo de Iván Ledesma no es estanco, hay varias realidades y dimensiones que se conectan con la nuestra: mundos de demonios, de ángeles, de seres oníricos o... de nada, de El Vacío. Negorith hace referencia a la capacidad de comunicarse con esas dimensiones, con rasgar el fino velo que las separa.
Como iba diciendo, después del inciso informativo, el segundo libro dentro de "Sueños y Pesadillas" podría considerarse Negorith 2. Mismo tono, mismos personajes, pero con una nueva dirección. De eso tratan las segundas partes, claro.
Esta parte se abre con un capítulo excelente que recopila parte de la información de manera muy hábil, y es que la cosa se complica: no tanto por un nivel de complejidad extremo sino por amplio.
Iván Ledesma construye "Sueños y Pesadillas" dando un paso adelante. Un paso ambicioso pero necesario, enredando las tramas, las implicaciones, los conflictos. A ratos, abruma, pero calma: todo tiene su explicación. Y creo que es importante aclararlo: yo me he sentido perdido en muchos tramos de lectura pero, al final, todo encaja (o casi todo).
El segundo tramos de "Sueños y Pesadillas" recuerda mucho al "Negorith" original pero también acumula alguno de sus aspectos menos positivos: quizás da alguna vuelta de más, a ratos se vuelve densa, o juega demasiado con nuestras mentes lectoras.
Y, así, llegamos a la tercera y última parte.
La última puerta.
La primera tenía una voz y trama nueva, fresca e intrigante; la segunda era más reconocible, una segunda parte al uso así que, esta tercera...
...esta tercera suma los aciertos de la primera y segunda para dar una enorme traca final. Un final a la altura de un libro de 500 páginas. Revelaciones, ritmo, personajes que dan el 100%, un necesario y espectacular enfrentamiento y un epílogo lleno de elementos interesantes y caminos. Siempre hay caminos nuevos en el horizonte.
Como os decía: no os preocupéis, disfrutad, dejad que el bueno de Iván Ledesma juegue con vosotros, como si él fuese un Dungeon Master malvado tras una enorme pantalla y vosotros unas mentes primerizas con las manos llenas de dados de 6 caras, un folio en blanco y un lápiz. Como buen master, os llevará por la historia hasta un final donde todo encaje. Confiad.
Hay muchísimo contenido tras "Negorith: Sueños y Pesadillas", tanto real como ficción. Podéis buscar a cierto pintor hiperrealista, investigar qué pasó con aquel vuelo de Malaysia 370 que desapareció hace unos años o buscar una tienda imposible por algún barrio de Barcelona; todo existe, todo es real.
Pero, como buen devorador de cultura popular, Iván Ledesma llena sus libros de muchísimos elementos y, aquí, entramos en el terreno de lo que yo creo a lo que es, es decir: a mí hay elementos que me suenan a otras cosas y que, a lo mejor es cosa mía y el pobre autor nunca lo tuvo en su cabeza.
El juego es así, no me miréis mal.
Ese primer libro, con esos personajes en una Ciudad Silenciosa, siendo cazados y que tanto me fascinó, me recordó al impacto que tuve hace eones al leer el segundo libro de La Torre Oscura ("La llegada de los tres") de Stephen King. ¿Qué era aquello de esos personajes transitando entre puertas a otros mundos, las langostruosidades y demás? ¿Dónde estaba el Pistolero y el Hombre de Negro al que seguía? Pues lo mismo.
También me recordó a "Bloodborne", a la moderna "From", a "La niebla" o casi a cualquier survival horror. Y la mezcla me encanta, claro, siendo quizás la parte más cercana al terror del libro.
El resto se mueve por ese entorno de la fantasía oscura urbana que Ledesma domina tan bien y que a ratos hace que se transforme en Neil Gaiman, toques de Terry Pratchett (esos diálogos de mis demonios favoritos...), a un Guillermo del Toro como el de sus adaptaciones de "Hellboy", otros ratos coquetea con el Marvel Comics más cósmico de los 80 o el tono más Infernal de Magik y "Los Nuevos Mutantes", etc.
Hay mucho, muy bueno, pero con un giro personal.
Nunca sé qué esperar de una segunda parte y así fue cómo me enfrenté a "Sueños y Pesadillas": dejándome llevar.
Y creo que acerté.
Iván Ledesma no construye la segunda parte que debería ser pero da forma a la mejor de todas las posibilidades. Un paso adelante en ambición, construcción y espectacularidad, que también necesita que la persona al otro lado de la página se deje llevar, que confíe en que los hilos conducen a un ovillo enorme del que cuelgan las respuestas.
Tiene algunos puntos menos positivos, quizás heredados del libro anterior o de una complejidad creciente, como cuando creces en la adolescencia y parece que estás desgarbado, con los miembros raros pero, al igual que el símil, todo se corrige en una tercera parte, en una madurez, brillante.
"Negorith: Sueños y Pesadillas" es un festival de la mejor fantasía urbana oscura. Con una primera parte excepcional, en algunos momentos cercana al terror , y un final espectacular donde todo cobra sentido y encaja, Iván Ledesma teje una enorme campaña de rol llena de puertas, algunas a dimensiones ya conocidas y otras a lugares por conocer.
Creo que no era lo que me esperaba pero ha sido una de las sorpresas más geniales de la temporada.
Fantasía oscura / Ciudades imposibles / Ángeles y demonios / Mundos oníricos / Pesadillas
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