Cápsulas: "La sociedad por la preservación de los Kaiju"

Kaiju.

Bestia extraña o bestia gigante, en japonés.

Monstruo enorme, en castellano.

Godzilla, Mothra, Ghidorah.

Pura cultura pop desde hace muchísimas décadas y que han conseguido calar en la mente colectiva.

"La sociedad por la preservación de los Kaiju" es una novela de John Scalzi que parte de una original premisa y que tiene claro, cristalino, lo que quiere ser: un best seller gigantesco.

Tan grande como un kaiju.

Título: "La sociedad por la preservación de los Kaiju".

Autor: John Scalzi.

Editorial: Minotauro, 2023

Traductora: Gemma Benavent

Páginas: 296

Tapa blanda con solapas.

Cuando el COVID-19 arrasa con la ciudad de Nueva York, Jamie Gray se ve obligado a trabajar como repartidor de comida a domicilio, hasta el día en que hace una entrega a un viejo conocido, Tom, que trabaja en lo que él define como una «organización para los derechos de los animales». El equipo de Tom necesita un integrante de última hora para su próximo trabajo de campo. Jamie, que está ansioso por hacer cualquier otra cosa, se apunta de inmediato.

Lo que Tom no le cuenta es que los animales que cuidan no están en la Tierra. No en la nuestra, al menos. En una dimensión alternativa, unas criaturas inmensas, parecidas a los dinosaurios, llamadas kaiju, vagan por un mundo libre de humanos. Son los pandas más grandes y peligrosos del universo y tienen problemas.

Los miembros de la Sociedad para la Preservación de los Kaiju no son los únicos que han hallado la manera de cruzar a un mundo paralelo. Otros también lo han hecho, y su descuido podría provocar millones de muertes de vuelta en nuestra Tierra.

¿Cómo se contruye un éxito?

¿Cuántos elementos hay que tener en cuenta?

John Scalzi parece tenerlo claro y "La sociedad por la preservación de los Kaiju" (SPK, de ahora en adelante) es un ejemplo perfecto.

Una novela narrada en primera persona, llena de diálogos rápidos con muchísimo sentido del humor, un desarrollo vertiginoso y que no rebosa el límite de las 300 páginas.

A la mezcla le añades una idea original, sus toques de cuestiones sociales actuales, la presencia de monstruos como los kaiju y un buen puñado de elementos científicos muy accesibles.

Lo dejamos reposar, con mucha espectacularidad, una amenaza global y un final que, aún siendo autoconclusivo, podría retomarse en cualquier momento.

Monstruos, ciencia, científicos, zonas aisladas... No, no estoy hablando de "Parque Jurásico" pero "SPK" podría ser una novela derivada de ese universo.

Y, aunque parezca algo cotidiano, tampoco es un tipo de novela que abunde.

¿El argumento? Pues ya está todo en la sinopsis editorial.

Jaime Gray, nuestro narrador y protagonista, trabaja como ejecutivo en una gran empresa, llega el Covid y, después de una serie de malas prácticas empresariales por culpa de un jefe muy capitalista y aún más capullo, se encuentra haciendo repartos a domicilio.

Hace una entrega a Tom, un viejo conocido, y lo recluta para trabajar con una asociación que protege a animales a lo largo del mundo.

Animales muy muy grandes y Jaime solo tiene que hacer una cosa: levantar bultos.

Lo que Tom no cuenta es que el trabajo es ultra secreto, en bases que cruzan dimensiones y los animales son, en realidad, kaiju.

Pero su trabajo si que va a consistir en levantar cosas; en eso no escatimó información.

Y ése es, a grandes rasgos, el devenir de la novela.

Jaime, y nosotros con él, aterriza en el mundo de la SPK, junto con un grupo multidisciplinar de científicos que ayudan a asentar las bases del conocimiento kaiju.

Pero, ¿cómo son esos kaiju? ¿Seres enormes de goma?

Pues no, son una mezcla entre el concepto más clásico de kaiju, los vistos en "Pacific Rim" y las últimas versiones del Monsterverse de la productora Legendary. Seres enormes, territoriales, con una escala de tamaño inabarcable y una compleja relación entre biología y ecología.

No quiero desvelar demasiado porque el libro centra su interés en desgranar, poco a poco, las peculiaridades de los kaiju y su mundo. Si que os avanzo que hay seres más pequeños unidos a los kaiju... con interesantes resultados.

Scalzi se toma muy en serio la construcción de unos kaiju creíbles y originales y no tiene ningún miedo a meterse en temas de ecología, biología e incluso términos científicos nucleares. No tengáis miedo: es muy accesible, no cae en peligrosos líos explicativos.

Y aquí llega la sorpresa.

Además de lector, fan del terror y de las cosas y catástrofes gigantes soy... ¡biólogo!

[Insertar música terrorífica aquí]

Desde mi punto de vista como biólogo, SPK es una delicia. Un libro que usa la ecología como principal explicación de los kaiju y su mundo, que consigue hablar sobre el equilibrio entre superficie y volumen sin caer en simplismos y que favorece el pensamiento lateral y científico como solución a los problemas.

Una gozada.

Tiene, incluso, muchísimas partes que podrían utilizarse en el mundo docente para acercar ciertas cuestiones al alumnado. "¿Por qué no hay insectos gigantes?", por ejemplo.

John Scalzi es un autor curtido en la ciencia ficción, en la acción y en sagas ("La vieja guardia") pero SPK es, ante todo, una novela ligera (en el mejor sentido de la palabra), muy entretenida y autoconclusiva.

Mucho diálogo, un derroche de agilidad en sus conceptos, bastante acción y aventura, cultura pop..., de todo.

Scalzi, como vais a leer en los agradecimientos del libro, luchó para dar forma a la novela pero tuvo claro el tono que necesitaba en ese momento.

También es la novela que, hasta el momento, introduce elementos de la pandemia por Covid de forma más ágil de cuantas he leído últimamente. Y sin perder de vista su vertiente más social, contra las corporaciones, los que mandan y el papel de la gente normal en un mundo desquiciado.

Pero (ya sabéis: siempre hay un pero) tiene puntos menos luminosos.

SPK peca de ser demasiado introductoria, abre muchísimos portales y no profundiza demasiado en ellos, quizás para no perder esa agilidad en su discurrir.

Tiene una primera parte que desborda ritmo y originalidad, descubrimientos y humor pero se frena en su parte final, cayendo en una aventura más convencional. También es verdad que es una novela y hay unos enemigos a los que hacer frente.

Y ahora, lo peor.

No suelo cargar tintas contra el trabajo editorial, erratas, traducciones y demás. Quizás sea porque no conozco el mundo editorial, salvo en mi faceta como lector, o porque soy bastante comprensivo con los errores que, la mayoría de las veces, no modifican mi experiencia lectora.

Tampoco es que SPK sea ilegible ni acumula una excesiva carga de erratas, pero esta vez me ha causado muchísima tristeza.

A las clásicas erratas de plurales que no encajan, puntuaciones mal puestas y similares, se unen expresiones extrañas o juegos de palabras sin sentido en castellano.

Y me cansa seguir leyendo libros así, de grandes grupos editoriales, con errores que no son subjetivos y que no dependen de si me gusta más o menos la traducción.

Son cosas que no deberían pasar, en libros que cuestan 18-20€ (o más) y que como consumidor final, me cansan y decepcionan.

Y, repito: no echo la culpa a nadie en concreto, ni creo que sea problema de una única persona.

Es una cuestión estructural: hay que corregir los textos.

Hay que cuidar el producto final.

"Una canción pop".

Eso es lo que dice Scalzi que quería conseguir con SPK.

Una novela que entrase sola, ligera pero con contenido, entretenida, capaz de gustar a cualquier mente lectora y ya.

Sin pensar en sagas o complejas construcciones de historias entrelazadas.

Una canción pop, dice el escritor; un best seller, digo yo.

Rápida pero profunda, bien cimentada, original, sorprendente, con unos kaiju espectaculares, llenos de interés en su biología, ecología y etología y un Scalzi divertidísimo en sus diálogos llenos de intención.

Poco más le puedo pedir a una novela así; quizás más entregas.

Mira, a eso no pondría pegas.