Cápsulas: "La casa de los huesecillos" - Beverley Lee

Hay ciertas combinaciones de elementos que me llaman la atención, quizás más de lo que deberían. Una mezcla que siempre me pone alerta es "casa encantada" + "escritor de terror" + "folclore".

Mentes creativas aisladas en la perversión que es un hogar, una casa, hostil mientras tenemos alguna leyenda local haciendo de las suyas.

Beverley Lee, que ya me había fascinado con su "La creación de Gabriel Davenport" en La Biblioteca de Carfax, mezcla parte de mis elementos favoritos en "La casa de los huesecillos", una novela corta pero intensa, que he disfrutado mucho y no merece caer en el olvido dentro del catálogo de Dilatando Mentes.

Titulo: "La casa de los huesecillos"

Autora: Beverley Lee

Editorial: Dilatando Mentes, 2023

Traductor: Jose Ángel de Dios

Páginas: 172

Cubierta: Raúl Ruiz

Tapa blanda con solapas.

David Lansdown, afamado escritor británico de novelas de terror y escéptico de lo sobrenatural, está acostumbrado a disfrutar de los elogios de la prensa, hasta que una foto robada salta a los titulares y hace público aquello que tanto había tratado de ocultar.

Decidido a alejarse de la opinión pública, y centrado en escribir una nueva novela que le ayude a salir airoso de la situación en que se encuentra, busca refugio en una casa de paredes acristaladas enclavada en las entrañas de un desolado páramo.

Lo que David no sabe es que algo se agita bajo la tierra, algo ligado a aquel lugar, algo decidido a arrebatárselo todo.

"La casa de los huesecillos" es una trágica historia gótica donde las maldiciones cobran vida y los muertos no descansan en paz.

"La casa de los huesecillos" es una novela corta y va directa al grano.

David Lansdown es un reputado escritor de terror, inmerso en un bache de popularidad, que forma un buen tándem con su editor y amigo Charles Montage Fox-Waite.

Hasta que unas fotos salen a la luz, dinamitando el secretismo de Lansdown respecto a su vida personal y su amistad con Charles. David es fotografiado en actitud cariñosa con Luca, hijo de Charles.

El escándalo crece y David, en un tenso acuerdo con su editor, decide salir de la vida londinense para refugiarse en un solitario páramo, una moderna casa de cristal en medio de la nada, con una doble intención: terminar una novela que restablezca su prestigio y olvidarse de Luca.

Sin internet, sin gente, con tan solo un antiguo teléfono móvil y todo el tiempo y soledad para construir una novela de terror.

La novela se construye con capítulos cortos, centrados en distintos personajes, saltos temporales al pasado incluidos.

David es el protagonista y seremos testigos de su soledad en la casa de cristal, de sus remordimientos por el escandaloso final de su relación con Luca y haber traicionado la amistad con Charles, su amigo desde siempre.

También hay capítulos centrados en Luca, resistiendo en Londres al escándalo, a su mala relación con su padre y la falta de noticias de David.

"La casa de los huesecillos" derrocha atmósfera. En el instante en el que nuestro novelista de terror se establece en la casa, ya tenemos gran parte de las relaciones personales establecidas, con un ambiente propicio para seguir construyendo.

Y en ese instante, aparece lo sobrenatural, precisamente para eso, para seguir cimentando la novela.

Una leyenda local sobre una misteriosa mujer, una "bruja" de antaño, notas amenazantes en la casa, presencias extrañas, huesecillos en la colina y la sensación de que esa casa moderna y su habitante no deberían estar ahí.

No son bienvenidos.

Atmósfera, ritmo y un horror entre lo gótico y el folclore, con una angustia creciente. Beverley Lee maneja el planteamiento con una maestría envidiable. Capítulos cortos, como decía, que se van entrelazando con diferentes puntos de vista de distintos personajes, una tensión en aumento debida a la amenaza imposible, al aislamiento de David y la imposibilidad de Luca de ponerse en contacto.

Lee ha sido tan hábil de introducir otra línea de acontecimientos en el pasado y la historia de esa bruja, en un capítulo maravilloso que aporta muchisimo al relato.

El peso de los secretos, la envidia y el control aparecen en la novela, al igual que el típico conflicto entre modernidad y tradición, ejemplificado en esa moderna construcción de cristal en un lugar que no le corresponde, estética e históricamente.

Con "La casa de los huesecillos" tenemos entre manos un ejercicio que recuerda a las mejores películas británicas de género, una especie de película de la Hammer con un toque de cine de finales de los 70. Una construcción perfecta que gira alrededor y hace brillar al elemento folk que atesora en su núcleo.

Quizás desvele parte de sus cartas demasiado pronto, aunque no se hace pesada gracias a su calculada duración. Puede ser que, para otras mentes lectoras, no termine de explotar del todo o se quede en un nivel de horror asequible, sin un exceso de material truculento.

Es un terror (y un horror) muy asequible, previsible y cercano pero bien construido y que funciona de principio a fin.

Y algún escalofrío os vais a llevar, asegurado.

"La casa de los huesecillos" es la novela de horror que siempre, siempre, me gusta leer. Bien construida, rematada, con una duración corta pero intensa, una leyenda de folklore local introducida en justa medida en la historia, un par de giros interesantes y mucha atmósfera.

Un escritor de terror, una casa que esconde mucho, pocos personajes y la cantidad exacta de descripciones.

Un equilibrio entre extensión, desarrollo e ideas, con un buen desarrollo y remate, parece simple, frecuente o fácil, pero no lo es.

Dilatando Mentes acierta con la publicación, en otra edición similar a las que ya nos tiene acostumbrados dentro de su línea general, con portada de Raúl Ruiz y la clásica traducción de José Ángel de Dios.

Un punto negativo, que no se si viene en la edición original: no me ha gustado nada la reproducción del teléfono móvil y sus mensajes, utilizando una imagen de un teléfono con el texto incrustado en una pantalla pequeña.

"La casa de los huesecillos" es la segunda novela que he leído de Beverley Lee pero me ha convencido tanto (o más) que la primera, convirtiéndola en una de esas escritoras de las que voy a estar siempre atento.

Una novela que derrocha ambiente, tensión y un aire clásico muy bien actualizado.

Y huesecillos.

Muchos huesecillos enterrados al lado de secretos inconfesables.