¿Nunca habéis escuchado una vocecilla que susurra en vuestro oído? Decidme que si, no me dejéis solo en esto. Metafóricamente, claro, no penséis que escucho voces imaginarias (todavía).
Un susurro que te dice "haz esto" o "haz aquello" o que coloca una inquietante idea en primera plana de tu cabeza justo en el momento de dormir.
K.J. Parker utiliza esa idea para dar forma a un mundo propio, lleno de demonios, exorcistas (no los llaméis así...) y pobres humanos, enredados en conspiraciones, engaños y divertidas conversaciones.
Red Key Books ya ha publicado dos novelettes de la serie, "El demonio de Próspero" e "Infiltrado"; 100 y 120 páginas que váis a devorar.
Los puede oler, sentir… cuando un demonio está cerca, no se le escapa nunca. Y si para expulsarlo del cuerpo que ha poseído tiene que sacrificar al huésped… bueno, eso no es problema. Este es el protagonista narrador de El demonio de Próspero, un exorcista tremendamente eficaz y sin demasiados escrúpulos.
Y sí, Próspero de Schanz es un filósofo, científico, artista… el hombre más sabio de todos los tiempos y se ha propuesto educar al recién nacido príncipe para que sea el mejor gobernante de la historia. Lástima que esté poseído por un demonio.
K. J. Parker nos invita en esta novela corta a dialogar con el demonio, a pensar sobre el bien y el mal, sobre qué es moral o amoral. Una novela que destila ironía, con varios niveles de lectura que deleitará al lector más exigente.
100 páginas escasas.
Eso es todo lo que necesita Parker para construir un mundo a semejanza de la vieja Europa, convirtiendo demonios en un enemigo silencioso.
Nuestro protagonista, anónimo, se presenta como la línea de defensa para luchar contra Ellos. La situación se vuelve peligrosa cuando Próspero de Schanz, cerebro privilegiado de la época, quizás el hombre vivo más inteligente, se ve amenazado por los demonios.
Una narración ágil pero profunda, alternando tiempos, conociendo el pasado del protagonista al mismo tiempo que la historia avanza. También tienen especial interés las conversaciones con Próspero, con ideas sobre filosofía, sociedad, arte y cultura.
Resulta inevitable, si hubiese que definir al anónimo protagonista, citar a Geralt de Rivia. Parte de la esencia de la historia recuerda al Lobo y al estilo de Sapkowski pero Parker sabe utilizarlo en su beneficio. Usa esos referentes como base pero construye una identidad propia desde ahí.
Quizás, durante gran parte de la corta historia, no sepas a dónde nos dirige: si se va a quedar en verborrea culta con buenas ideas o si hay algo más. El final despeja esas dudas: te pilla por sorpresa y esa sonrisa que te va a asomar a los labios en las últimas páginas significa que has disfrutado.
Has caído en la trampa: llevas al Demonio de Próspero contigo.
"El demonio de Próspero" es una gozada para las mentes aficionadas a la fantasía, con su toque de oscuridad. Un pequeño texto muy inteligente, que abre un portal a nuevas ideas, que explotan con "Infiltrado", su continuación-aunque-no-es-una-segunda-parte, ya me entendéis.
Tras una experiencia traumática, y designado por sus superiores como «frágil», un demonio pasa sus días en un apacible convento distrayendo a los monjes de sus obligaciones religiosas.
Su tediosa existencia termina cuando le encargan una nueva misión en la lejana Antecira, donde un duque amenaza con dar al traste con el gran Plan que ha regido la humanidad hasta entonces. Pronto se verá metido de lleno en un enrevesado complot de consecuencias insospechadas. Sin embargo, lo más grave de todo ello es que tendrá que vérselas de nuevo con su peor enemigo y el causante de todos sus males, un exorcista sádico al que poseyó en el pasado.
"Infiltrado" sería la imagen especular de "El demonio de Próspero", dentro de ese juego de segundas partes que no lo son.
Después del subidón de leer las desventuras del exorcista (¡no los llaméis así, por favor!), ahora nos metemos en la metafórica piel de un demonio, infiltrado en una congregación religiosa, tentando a sus miembros mientras va descubriendo una trama oculta.
"No estamos ahí, de acuerdo con vuestros criterios. Somos espirituales, esencia, no corpóreos; no somos insustanciales, sino que estamos compuestos de una especie de sustancia que vosotros jamás podréis llegar siquiera a empezar a comprender. Y si os suena condescendiente, es que no lo habéis entendido. De verdad que no os conviene estar en una posición en la que podáis empezar a entendernos, a nosotros."
Infiltrado
Parker sigue con la pluma afilada y bien que lo celebro. Diálogos punzantes, críticas a la religión, a la estructura social y un giro hacia la literatura de espías y de intriga que sorprende por lo efectivo y lo bien llevado que está.
También hay un aire burocrático, de empresa, en forma de crítica constante.
"Infiltrado" complementa a "El demonio de Próspero" con su visión de reflejo en un espejo. El mundo propuesto por K.J. Parker se amplía con una visión geopolítica, estratégica y de fuerzas en un choque continuo, aunque sea de elementos que nosotros, los pobres humanos, no podemos ver.
Y el principal punto de vista también se modifica, pasando de exorcista (¡que no los llaméis así!) al de un demonio.
¿Tenéis claros vuestros límites entre bien y mal? Parker cree que deberíais revisarlos y el significado de justo, moral o correcto. El autor, para ello, utiliza todas las herramientas a su alcance, centrando sus esfuerzos en unos diálogos ingeniosos e interesantes, al igual que en el caso de Próspero, pero añadiendo ese toque de novela de espionaje (muy entre comillas) que la diferencia de la anterior.
Lo mismo, pero de otra manera.
Ahí está el triunfo.
"Infiltrado", además, dedica buena parte de su extensión en vapulear nuestra fe, si es que profesais alguna. 120 páginas, tan apóstatas como entretenidas.
"El demonio de Próspero" e "Infiltrado" conforman una doble lectura complementaria e independiente, tan parecida como alejada.
Unas lecturas muy inteligentes, en fondo y forma, entretenidas: de esas que te pones a leer y no levantas la vista hasta el final. Casi parecen pequeñas obras de teatro, sin excesos, contenidas, basadas en las conversaciones de los protagonistas y en la información que nos lanza nuestro narrador.
Red Key Books los ha editado en un formato muy coqueto, con unas portadas espectaculares a cargo de Andrés Sáez y una excelente traducción de Mª Pilar San Román.
¿Por cuál empezar? Bueno, va en gustos. Yo empezaría conociendo a Próspero para seguir por "Infiltrado" aunque, ¿que más da? Leer uno conlleva leer el otro, así de sencillo
No hay escapatoria.
Haced caso a vuestra vocecilla interior.
Si os ha gustado el mundo de K.J. Parker quizás deberíais echar un vistazo a los escritos del maestro Terry Pratchett o a la serie de "Los expedientes de la lavandería" de Charles Stross, con dos entregas publicadas por Insólita.
Muchas gracias a Red Key Books el envío de los ejemplares.
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