Cápsulas: "Pesadillas en el éxtasis" - Brendan Vidito / Dimensiones Ocultas

No he leído nada igual.

No sé si habrá un manual de estilo para hacer reseñas (seguro que existe...) pero esta es una de las peores frases para comenzar.

No he leído nada igual.

Hasta que es verdad. Mis reseñas no intentan sentar cátedra o cargar tinta contra autores, editoriales o géneros.

Mis reseñas son... bueno, eso, mías, y tienen una enorme carga de subjetividad y experiencia personal.

Entonces, desde mi punto de vista, puedo asegurar que no había leído nada como "Pesadillas en el éxtasis", el debut de Brendan Vidito en castellano de la mano de Dimensiones Ocultas.

Imaginaos que Cronenberg y Clive Barker, de la mano, estuviesen hurgando en vuestras cabezas, vísceras, tabúes y mentes para extraer un jugo concentrado, repartido en 13 relatos cortos.

Ahí está, es vuestro: bebedlo.

Título: "Pesadillas en el éxtasis"

Autor: Brendan Vidito

Editorial: Dimensiones Ocultas, 2023

Traductor: Roberto Carrasco

Cubierta: Suspiria

Páginas: 240

Tapa blanda con solapas.

"Pesadillas en el éxtasis" es una colección de trece historias fascinantes y magnéticas que se mueven entre el erotismo y el terror.

Si eres fan de David Cronenberg, de Junji Ito o de Clive Barker, estas pesadillas son para ti.

"Pesadillas en el éxtasis" era uno de mis libros más esperados del primer semestre de 2023 pero, siendo sincero, no sabía que me iba a encontrar. Era consciente de que iba a ser una lectura cargada de sexo y elementos afines, mucha psicología y terror en su vertiente más extraña pero no tenía nada claro a lo que me iba a enfrentar.

Hay veces que las cosas surgen así, de manera inmediata, y creo que tardé una página de "Pesadillas en el éxtasis" en conectar con la lectura.

No voy a entrar en muchos detalles; una de las bazas importantes del libro es acudir a él con la mente abierta y dejarse sorprender, pero "Andrógino", primer relato del libro, es una inmejorable puerta de acceso.

Una puerta carnosa, venosa, chorreante de fluidos y con un juego psicológico complicado.

A lo que iba; primera página: el dormitorio de una pareja visto como altar de sacrificio, la idea del sexo como una penitencia compartida, una pareja unida a lo siamés por las caderas... Me guardo cosas, claro, pero podéis ver por dónde van los tiros.

Y eso es sólo el principio.

13 relatos, 13 pesadillas, que comparten algunos puntos en común y, entre esos puntos, está el sexo.

"Pesadillas en el éxtasis" aborda cuestiones sexuales de toda índole, desde varios prismas, desembocando en un estallido de terror, tanto físico como psicológico.

Tampoco es que sea un libro exclusivamente de sexo, pero Vidito pone parte del foco en las relaciones entre personas. Entiendo que ese tema central sea tabú para muchas mentes pero está tratado deade múltiples enfoques y de una manera bastante efectiva como para reducirlo al simple morbo.

No es todo sexo, ojo: Vidito aprovecha esas cuestiones para hurgar en la psicología humana, las relaciones de pareja, de familia, las filias y las fobias, el miedo a la soledad o al compromiso, las adicciones...

Un abanico de sensaciones, bastante amplias y dolorosas, que llegan a tu mente con una efectividad y una puntería magistral.

Brendan Vidito se presenta como un narrador muy potente, exigiéndose al máximo para poder comunicar todo el contenido (implícito y explícito) de esos 13 relatos.

Roza, a ratos, lo poético, lo irreal y abstracto para lanzarse después a los brazos del terror más grotesco o el body horror.

Vidito, además, tiene un mundo propio increíble. Esos 13 relatos están llenos de detalles, misteriosos personajes, idas de pinza, cuerpos cavernosos que se hinchan u orificios corporales que no están donde deberían. Cada historia es distinta a la anterior, lo que hace que la lectura sea fluida y mantenga el interés.

Para mi, un factor diferencial de la obra de Vidito es que se percibe que está cargada de verdad. La verdad de Brandon Vidito, sus obsesiones, miedos y fijaciones. Puede que no sea tu verdad o que no la compartas pero esa visceralidad trasciende la página.

Siempre me sobrevuela el mismo miedo cuando me enfrento a una colección de historias: ¿mantendrán el tipo? ¿Será muy irregular?

"Pesadillas en el éxtasis" se mantiene sorprendentemente regular, a pesar del fuerte impacto inicial de "Andrógino". El festival no se detiene con "Fuck shock o el síndrome postpolvazo" y, entre mis favoritos, están "Porno vintage" con su mezcla de creepypasta malrollero y obsesión, "La novia placenta", "La entrevista" o esa absoluta destrucción mental que es "Este es tu festín", el relato que cierra la colección. Hay un poco de todo, desde la pura temática sexual, a relatos sobre misteriosas clínicas de rejuvenecimiento, extrañas FAQs de videojuegos o teorías conspirativas sobre control mental.

Así van pasando los 13 relatos, te van hurgando por dentro y terminas la lectura con la cabeza en las nubes. Hay algunos que te llegan, que sorprenden pero también hay otros que no terminan de explotar, de alcanzar su tope o que pasan más desapercibidos. Nada grave y entendible en una colección así.

Personalmente, me sucedió una cosa que no me suele pasar: al terminar la lectura sentí la necesidad de volver a empezar; no sé cuándo lo haré pero volveré a leer "Pesadillas en el éxtasis".

Quizás cuando me recupere.

Hay muchos referentes en el libro y lo más evidente es el reflejo de la obra de David Cronenberg y Clive Barker. Un body horror que sirve como catalizador de traumas y estados psicológicos y sociales, el uso de elementos organicos, extraños, en vez del frío metal y seres más allá de nuestra comprensión mortal.

Pero hay más, mucho más. Junji Ito y sus extraños horrores de ojos, orificios, fluidos y grotescas estructuras corporales o ese terror que surge de lo incomprensible.

La maravillosa, provocadora y acertadísima portada de Suspiria (sin IA presente... ¡a no ser que Suspiria sea una!) me acercó a otro referente más en el que no había caído y que no está presente de manera tangible en el libro pero que sobrevuela en su espíritu. La ola de cine S y X de la España de los 70 y 80, que también siguió alguna otra corriente internacional, con ese juego de sexo explícito e implícito, una doble provocación.

Mención aparte para la traducción de Roberto Carrasco, que ha tenido que pasarlo bastante mal para reflejar ese estilo poético malsano de Vidito y respetar la atmósfera de horror corporal supurante, eyaculante y bizarro. Incluso se atreve a meter algún juego de palabras marca de la casa, que no todo va a ser drama.

Y la enésima felicitación a Dimensiones Ocultas por arriesgar y traer títulos así.

"Pesadillas en el éxtasis" no es una novela normal. Necesita que llegues a ella con la mente abierta, dispuesta, pero si consigues leerla en ese estado, resulta increíblemente satisfactoria.

Es una pena que haya quién no la vaya a disfrutar (o sufrir...) por un pudor innecesario. "Ya somos todos mayorinos", como decimos por aquí, pero "Pesadillas en el éxtasis " va más allá de una provocación vacía.

Pesadillas, terrores, body horror y traumas enquistados.

"Aquí nada te hará daño", se dice en uno de los relatos.

Es usted un mentiroso, Mister Vidito. Aquí todo hace daño.

No os la vais a poder quitar de la cabeza.