domingo, 28 de diciembre de 2025

El Reformatorio - Tanararive Due / La Biblioteca De Carfax

Hay ciertas obras, desde películas a novelas, pasando por cualquier clase de expresión artística, que terminan siendo de consenso.
Especialmente si nos ceñimos a la temporada de premios.
Casi podríamos decir que es esa obra que gusta a todo el mundo, que podría funcionar con cualquier tipo de público y que, a la hora de votar y dar galardones, unificaría un montón de votos.
El Reformatorio, novela de Tanararive Due, editada en castellano por La Biblioteca De Carfax, es la última gran novela de consenso, como bien atestiguan los premios ganados. 
Premios ganados que vienen siendo TODOS: Stoker, Shirley Jackson y World Fantasy en 2023 como novela de terror.
Un enorme consenso, extraño para ser una novela de género pero, después de leerme las más de 600 páginas, resulta más que evidente.
Un novelón muy clásico, cargado de fantasmas, injusticias y racismo en la Florida de la década de los 50.
¿Sobreviviréis a la Escuela Masculina de Gracetown y a su Casa de la Risa?



Título: El Reformatorio
Autora: Tanararive Due
Editorial: La Biblioteca De Carfax, 2025
Traducción: María Pérez de San Román
Páginas: 640

Robbie Stephens vive con su hermana Gloria en Gracetown (Florida). Cuando le da una patada a un chico blanco, lo envían al reformatorio a cumplir condena, un lugar plagado de muerte y fantasmas. Desde el momento en que encierran a Robbie, su hermana y su madrina comenzarán una carrera contrarreloj para liberarlo antes de que sea demasiado tarde.


Y había aprendido de mamá a escuchar cuando alguien hablaba sobre morirse, porque la muerte era tan real como respirar. La muerte quizá era más real que la vida, ya que la vida se acababa muy pronto.


Tengo una historia curiosa con esta novela. Compré su versión original en tapa blanda durante un viaje a Londres, en Forbidden Planet, para más señas.
Buen precio y con una tarjetita firmada, encima.
La novela ya comenzaba a sonar como una de las novelas de terror de la temporada, ampliamente recomendada, así que ni lo dudé.
La dejé en la eterna pila hasta que comenzó a estar nominada a todo.
Y cuando digo todo, es todo; ya lo habéis visto.
Me puse con ella y me zampé las primeras 200 páginas en un suspiro. Estaba dentro de la historia, todo funcionaba, pero el estilo de la autora, junto con el lenguaje usado y algunas particularidades propias de la historia y ambientación, hacían tambalearse mi nivel de inglés.
También pesaban esas 600 páginas, no os voy a engañar.
Justo en ese momento, coincidencias de la vida, La Biblioteca De Carfax anunció la publicación en castellano. 
Y preferí esperar a su edición.

El Reformatorio es una gran novela (novelón, de aquí en adelante) centrada en la historia de Robert Robbie Stephens, un joven negro que vive en Gracetown, un pueblo de Florida que aún sigue anclado en el pasado.
Robbie y su hermana mayor, Gloria, viven prácticamente solos, después de la muerte de su madre y de que su padre, un lider sindical, tuviese que huir del pueblo a Chicago tras haber sido falsamente acusado de haber violado a una mujer blanca.
Los dos hermanos están bajo la supervisión de la Señora Lottie, octogenaria madrina y respetada figura de la comunidad negra de Gracetown.
Robbie tiene 12 años y Gloria, 16, así que ven el mundo de manera diferente, cosas del crecimiento.
Visión tan diferente que, cuando Lyle McCormack, rico heredero adolescente de los blancos potentados mandamases del pueblo, se intenta propasar con Gloria, Robbie le da una inocente patada en la rodilla.
Y esa patada, ese simple gesto infantil, desencadenará toda la historia.





Una patada de un niño a un adolescente, cosa que no tendría mayor inconveniente si no fuese porque es de un niño negro a un adolescente blanco, de un niño pobre a un adolescente rico. Una terrible ofensa que termina con un niño indefenso ante un juez, castigado con una estancia de 6 meses en la terrible Escuela Masculina de Gracetown, en El Reformatorio dirigido por el alcaide Fenton J. Haddock.
El Reformatorio es un pequeño infierno en la Tierra: férrea disciplina, abusos, perros guardianes y castigos tan terribles como una estancia en La Caja o La Casa De La Risa.
Un lugar de sufrimiento cargado de historias tristes; tan tristes que están llenas de espectros (Haints, en el original), figuras extrañas de muertos que algunos niños son capaces de ver y escuchar, siendo Robbie uno de ellos. Espectros de misteriosos mensajes e intenciones, quizás con ganas de ayudar o, a lo mejor, con cierto afán vengativo por no estar vivos. 
Las amenazas se ciernen sobre Robbie, vivas, muertas o intermedias, y no tiene claro que pueda sobrevivir 6 meses en ese agujero...

Este es, a grandes rasgos, el planteamiento de El Reformatorio. Tananarive Due plantea este novelón de manera clara, directa y ambiciosa. Robbie será nuestro guía por los oscuros rincones de la Escuela Masculina, sus guardias y los espectros, mientras que Gloria, desde el exterior, intentará, por todos los medios, sacar a su hermano de ese infierno. La autora divide así la parte más real de la historia de la fantástica, aunque ambas esferas se toquen continuamente.
Tanararive Due, de la que ya teníamos publicada en castellano Entremedias, también en La Biblioteca De Carfax (2022), se presenta como una escritora más bien clásica, tomándose el tiempo necesario para que todos los elementos de El Reformatorio funcionen. Hay descripción, mucho ambiente, partes más angustiosas y algunos diálogos que van construyendo una tensión creciente. 
Clásica, como decía, con un estilo pausado, utilizando toda la extensión de una novela bastante larga (el inicio es casi inmediato y el final llega en las últimas 30 páginas). No me resultó pesada ni tediosa y creo que es justo el estilo que pide una historia así.

El Reformatorio es un novelón largo, más de 600 páginas, y os va a tener en vilo hasta el final. La mezcla de ambos mundos, el de Gloria y el de Robbie, aportan dinamismo a la historia y nuevos puntos de interés. Claro que se podría haber construído con menos páginas, hay partes algo repetitivas o que acusan un estancamiento, pero siempre hay interés. 
Siempre.




¿Es El Reformatorio un novelón de terror? 
Aquí ya entramos en las etiquetas y ya sabéis que no me suelen gustar. La crítica especializada dice que si; los premios, también. 
Tengo claro que es una historia cargada de partes terribles, injustas y crueles, muy violentas en alguna ocasión, y que trata temas tan sensibles como el maltrato físico y psicológico, violencia infantil, racismo y abuso sexual pero nunca, en ningún momento, se pone el foco ahí.
En El Reformatorio no hay gore, escenas detalladas de abuso y ni violencia exagerada; no es Ketchum, por poner un ejemplo. 
Tanararive Due no duda a la hora de colocar piezas terribles y durísimas en la construcción de la historia pero, en la gran mayoría de escenas, vemos las consecuencias, no el proceso detallado de lo que ocurre. 
Tampoco es un paseo por el campo, hay una buena carga de oscuridad y maldad, pero no se hace hincapié en detallar cada acto violento; la historia no va por ahí.
También hay espectros de dudosas intenciones, fantasmas que podrían llevar a pensar en narraciones tipo gótico de terror, con malvados seres incorpóreos acechando a nuestro pobre Robbie.
Y, como con lo anterior, la historia tampoco nos va a llevar por ahí.
De ahí que considere que el auténtico terror que aporta El Reformatorio es la parte real del relato: los abusos, el racismo, la diferencia de clases y las miradas indiferentes. El resto, lo extraño, aportan un toque fantástico, justificado y maravilloso como representación de muchas cosas, pero no está ahí para crear terror.
El personaje más terrorífico no es otro que, quizás, el más real de la galería. Haddock, alcaide de El Reformatorio, es una de esas figuras de inolvidables de la literatura, un compendio de personajes horribles ya vistos en otras historias. Cruel, mezquino, violento, con una contención y frialdad espeluznante y un horrendo pasado. Haddock encarna todo el mal sin justificaciones, personifica un racismo, un supremacismo y una conducta violenta achacable a una sociedad o un contexto histórico al completo.
No es un individuo, es una comunidad; es un silencio cómplice.
Tanararive Due expande esa visión, esa crítica, a toda la sociedad, no solo entre blancos y negros, también entre ricos y pobres... o entre vivos y muertos. Y no cae en un reduccionismo simplón.
Cargada de símbolos, también, más o menos evidentes: Robbie, por ejemplo, da la patada al jovenzuelo ricachón con unas botas de trabajo que le quedan grandes, regalo de su padre, lider sindical a la fuga por sus intentos de luchar contra las injusticias patronales. ¿La patada del proletariado al capitalismo, quizás? ¿Del pobre al rico, calzado con las botas de sus antepasados? ¿Del negro al supremacista blanco, en la versión de las nuevas generaciones, cargados de las opresiones del pasado?
Y lo mismo con el elemento fantástico de la novela, esos espectros atrapados en la cárcel de la no vida en un entorno tan hostil como la Escuela Masculina.

El Reformatorio es, en definitiva, un novelón de los de acertar seguro. Quizás pueda resultar tradicional en sus formas o presenta una historia que picotea cosas ya vistas, pero de la unión de todo eso surge su magia. Una historia emotiva, tensa, reivindicativa, que os tendrá en vilo hasta el final.
Tanararive Due construye una obra que funciona a cualquier nivel. Yo no diría que de terror, casi mejor un drama histórico con elementos fantásticos en el que lo espeluznante, lo aterrador, viene de lo real, de lo tangible. 

La Biblioteca de Carfax mantiene otra sólida edición de más de 600 páginas, con una compleja traducción a cargo de María Pérez de San Román y cubierta de Rafael Martín que rescata uno de los misteriosos elementos característicos de la obra (y que tendréis que leer para conocer).

El Reformatorio me ha conquistado con su aire clásico, de obra atemporal y su marcado mensaje antirracista y de lucha de clases. Emparentada con las versiones más pulp de Territorio Lovecraft de Matt Ruff, Ring Shout de P. Djèlí Clark o La balada de Tom El Negro de Víctor LaValle pero el auténtico referente quizás sea Parentesco de Octavia Butler.

Atreveos a pasar una temporada en El Reformatorio; no va a ser una estancia sencilla pero no os vais a olvidar de la historia de Robbie y Gloria.

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