Una persona que desaparece en una habitación cerrada, un fallecido que vuelve a la vida o cualquier cosa similar.
Pero los tiempos cambian, las situaciones tienen la exigencia de ser cada vez más extrañas, tanto para llamar nuestra atención como para romper la seguridad que nos transmite lo cotidiano.
Antes vivíamos aquí, novela debut de Marcus Kliewer nacida de un hilo en Reddit, tiene su punto de partida en una de esas situaciones extrañas.
Llaman a la puerta de la casa en la que te acabas de mudar y aparece una idílica familia normal, cuyo cabeza de familia dice que creció en esa casa y que le encantaría entrar para recordar viejos momentos y compartirlos con sus pequeños.
El resto, ya os aviso, no os lo esperáis.
¿Qué haríais?
¿Dejaríais entrar a esa familia tranquila y perfecta?
Título: Antes vivíamos aquí
Autor: Marcus Kliewer
Editorial: Nocturna, 2025
Traducción: I.C. Salabert
Páginas: 303
Gracias a la editorial por el ejemplar para su reseña.
Eve y Charlie acaban de mudarse a un viejo caserón en un entorno boscoso y aislado. Un día, mientras Charlie está fuera, llaman a la puerta. Al otro lado hay un hombre con su familia; según dice, vivió allí de pequeño y le gustaría enseñarles la casa a sus hijos. Eve los deja pasar.
Tan pronto como los desconocidos entran en la casa, empiezan a suceder cosas inexplicables. Y, a medida que pasa el tiempo, la familia no parece dispuesta a terminar la visita, ni siquiera cuando regresa Charlie.
Poco a poco, Eve empieza a sentir que las cosas a su alrededor están cambiando. Hay algo muy raro en la casa y en esa familia... ¿O es todo producto de su imaginación?
¿Ya lo habéis pensado?
¿Dejaríais entrar a esa familia?
Mientras le dais otra vuelta, os hablo un poco de la novela. Poco, en realidad, porque ya os imaginaréis que Antes vivíamos aquí es una de esas lecturas que funcionan mejor con poca información previa.
De lo que si os puedo hablar es de su primera página.
No suelo hacer esto de comentar un libro atendiendo a su primera página, por aquello de enganchar al público desde el principio, pero esta es una de esas historias que lo ejecutan a la perfección.
Aquí os dejo la captura:
¿Véis?
Ya estáis dentro.
Ese primer impacto, el impulso inicial, constituye gran parte del aparente éxito de esta novela.
Está todo ahí: la situación cotidiana, la ruptura de la normalidad, el toque extraño... y, desde ahí, Kliewer va a ir entretejiendo una historia cada vez más oscura, tocando diferentes temas, utilizando fragmentos de hilos de Reddit, noticias y diarios, mientras seguiremos las peripecias de Eve, Charlie y la familia.
Antes vivíamos aquí es una historia de esas que basan su triunfo en un misterio, una incógnita recubierta por muchísimas capas que se irán retirando poco a poco. Kliewer utiliza un estilo muy visual, a medio camino entre una historia de Internet, un creepypasta o un hilo de Reddit (lo que realmente era en un inicio), con capítulos cortos separados por insertos sacados de otras fuentes, que añaden información extra y un plus de extrañeza.
Y si sabéis código morse, podréis sacar algunas claves.
La galería de personajes no es muy amplia pero cumple ese papel de individuos azotados por una situación extraña. Eve, casi nuestra protagonista, y Charlie, su pareja, son un dúo de mujeres que quieren iniciar una nueva vida en esa enorme propiedad alejada de todo. Se dedican justo a eso: a comprar viejas propiedades, rehabilitarlas mientras viven en ellas y venderlas a mejor precio.
Eve tiene ciertas peculiaridades psicológicas de base y cierta dependencia de Charlie.
Justo cuando está sola, llega la familia.
Padre, madre y 3 hijos, lo más normativo del mundo, llamando a la puerta, contando la historia de que el padre vivió ahí de pequeño y que le gustaría enseñarle la propiedad a sus hijos. Llegan ahí de paso, en ruta, y el recuerdo creó la necesidad.
¿Ya lo tenéis claro?
¿Dejaríais entrar a ese grupo para que recuerden viejos tiempos?
Eve, que tiene un problema con esa condición de complacer a todo el mundo, permite que pasen.
Obvio, de otra manera no habría novela.
Lo extraño arranca cuando la familia entra y, bajo una aparente normalidad, la cadena de sucesos impide que sean capaces de irse.
Disfruté muchísimo de dos tercios de la novela, siendo justo y sincero. Con ese inicio, como os decía, es muy difícil dejar de leer y luego se acumula lo extraño, lo raro, lo fuera de lugar. Puede llegar a frustrar porque hay situaciones rarísimas de fácil solución pero es parte del juego de la historia. La casa, aislada y enorme, también juega un papel clave porque, habéis acertado, tiene sótano y desván, lo suficientemente oscuros, enrevesados y polvorientos para dar lugar a buenas escenas de terror.
Y luego esos insertos extra funcionan muy bien. Foros de internet, noticias, artículos sobre extrañas condiciones psicológicas, ensayos clínicos..., y muchos detalles ocultos.
Todo eso va creando una bola enorme, cercana a un creepypasta para el gran público, que conecta muy bien con las tendencias más asequibles dentro de ese tipo de historias.
Pero la bola termina por reventar y ese último tercio ha sido lo que menos me ha gustado de la novela.
Kliewer conduce la historia a un punto que exige respuestas, soluciones nada fáciles y complejas de dar para que encajen en la novela.
Hay final, ligeramente abierto, y ciertas explicaciones pero quedan muy libres a interpretación, incluso teniendo en cuenta ese tipo de narración de internet que pretende ser.
Antes vivíamos aquí nació en un hilo de Reddit, con entregas periódicas, y traslada ese tipo de historia a una novela de terror. Una situación extraña que se vuelve cada vez más rara, destruyendo la normalidad, dejando una narración que hace uso de un terror y atmósfera muy inquietante. La galería de personajes cubren un montón de comportamientos distintos; si que es verdad que todos dentro de esa burbuja que son este tipo de historias y que deben seguir las peores reacciones posibles.
¿Puede llegar a desquiciar? Claro, pero entra dentro de la premisa principal. Hay que jugar con esa primera idea que es una visita que no puede irse de tu casa.
Y luego se van abriendo puertas, entradas a sótanos y desvanes ocupados por extrañas presencias. La casa como un espacio liminal, enclavada entre el presente (Eve y Charlie) y el pasado, con dimensiones que no encajan y con presencias que acechan.
Kliewer aprovecha para tocar temas como la salud mental, la aceptación o la vida en poblaciones tradicionales aisladas.
Al final, en un último giro, todo se vuelve aún más extraño, abstracto.
La novela maneja conceptos que me gustan mucho y durante gran parte de la lectura estaba absorto en tanta situación extraña. Un estilo de narración muy directo, visual (Netflix la va a adaptar próximamente), sin mayor complicaciones.
Pero, como decía, el tercio final no me terminó de convencer. Quizás sea porque el autor maneja demasiadas ideas, con distinto grado de complejidad y abstracción que, juntas, no encajan. El típico caso de querer hacer mucho a la vez y no rematar del todo. Incluso el final, más o menos abierto, no me supuso mayor problema: es justo la parte anterior, el último camino hasta el remate.
Pero no os quedéis con malas impresiones. Antes vivíamos aquí es un buen debut, con temas actuales tratados de un modo directo y accesible, para cualquier tipo de público, con una premisa que te va a atar a la lectura. Luego se añaden demasiados ingredientes a la receta y algunos no aportan el sabor esperado o quedan demasiado crudos, pero el fondo es bueno.
Se compara a Parásitos o a La casa de hojas pero son meras ideas genéricas puntuales, poco tiene de ambas cosas. Quizás me recuerde más a los tratamientos de algunas tramas por parte de M. Night Shyamalan, por ejemplo.
Un buen rato, inquietante y oscuro; eso es justo lo que pasé en las páginas que dan forma a esa Casa Eterna que es Antes vivíamos aquí. Con sus sombras, sus altos y sus bajos.
¿Ya lo tenéis claro?
¿Dejaríais pasar a esa familia sonriente que llama a vuestra puerta?


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