sábado, 4 de febrero de 2012

Sherlock Holmes: Juego de sombras





Dos años después de la primera entrega, el detective vuelve con una nueva aventura con el mismo equipo que nos sorprendió y entretuvo a partes iguales con la anterior película. Porque si hay algo seguro es que esta encarnación de Sherlock está hecha para entretener no para desarmar al público erudito con sus elucubraciones sino para que comas palomitas, apagues las neuronas y te dejes llevar de la mano durante dos horas. 
En definitiva, el entretener por entretener. 
Y todos tan contentos.

 

En esta nueva entrega de la saga (¿tercera a la vista?) Holmes (Downey Jr.) y Watson (Law) deben hacer frente al profesor Moriarty (Jared Harris) en una aventura que les llevará por media Europa para desbaratar su maléfico y misterioso plan.
Así de simple, sin complicaciones.

El guión es de manual para las segundas entregas: recordamos un poco de los personajes principales, se presenta una nueva situación, se oscurece un poco la trama (segundas partes siempre son mas oscuras), hay conflictos entre los protagonistas, situaciones tensas y final, abierto si recauda, cerrado si era una segunda parte por compromiso.
Y esta es, tal cual, la estructura de la película. Holmes y Watson funcionan tan bien en esta segunda parte como en la primera, siempre bajo la imagen de Robert Downey Jr. y Jude Law, con sus riñas y disputas infantiles, mezcla de los libros clásicos de Conan Doyle (lo menos) y de una especie de House y Wilson (la mayoría) que aborrecerán los fanáticos de las historias originales pero que, al igual que en la primera parte, supone un soplo de aire fresco para los personajes, mas desenfadado. Y que nadie se escandalice, Conan Doyle odiaba a Holmes y el tener que escribir cada dos por tres sobre él, incluso tuvo que "resucitarlo" por clamor popular, así que no se va a levantar de su tumba enfurecido ni nada similar.



Lo bueno de las segundas partes es que en la primera ya tuviste que hacer el trabajo sucio así que personajes, interacciones y tramas ya están en marcha y puedes dedicar tus esfuerzos en presentar nuevos secundarios. La pena es que en este caso, los secundarios nuevos están desdibujados y no funcionan como deberían. Stephen Fry es Mycroft, hermanísimo de Sherlock y que está muy poco aprovechado en el metraje, un par de escenas graciosas (impagable su mayordomo) y poco mas, lo mismo que Noomi Rapace (Lisbeth Salander en la versión sueca de "Millennium" y próximamente en "Prometheus", la "precuela" de "Alien" de Ridley Scott) en su papel de gitana, pura comparsa.
Decir que el mejor secundario es un pony es una obviedad, por supuesto (si visteis la película lo entenderéis...).
En cuanto al nuevo Moriarty, nada que reseñar. Típica actuación de villano malísimo pero que no desprende la maldad necesaria para ser recordado. Una némesis poco memorable pero tampoco aborrecible. Se barajaron varios nombres famosos para el papel (Bardem, por ejemplo) pero tampoco creo que un actor reputado cambiase mucho el papel, teniendo en cuenta el guión.
Tambien sale Rachel Adams, la chica de la primera parte, en un papel algo recortado... hay que ver que maltrato hay en esta saga hacia los personajes femeninos, muy desaprovechados.



El auténtico problema está en la dirección de Guy Ritchie, muy encorsetado en la primera hora, tediosamente correcto y cumplidor, sin salirse de lo estipulado, sin chicha y totalmente plano. Menos mal que despierta en la parte final con una escena enorme de fuga por un bosque donde saca todo el arsenal marca de la casa: cámaras superlentas, emulsiones y ritmos desquiciados para hacer que el metraje suba un poco en calidad e interés.
Todo adornado con la banda sonora de Hans Zimmer que continúa con el tema central presentado en la primera parte y que resulta muy acertado y fácil de recordar.

Pero,atendiendo a lo anterior, parece que la película no es buena o entretenida y todo lo contrario: es un ejemplo estupendo de entretenimiento masivo, ágil, bien ejecutada y con momentos cómicos bien ejecutados, de las que tan pocas veces se ven hoy en día. 
Tiene el problema básico de todas las secuelas continuístas: si no te gustó la primera parte, esta tampoco hará que cambies de opinión.

Lo mejor: Holmes - Watson (aunque algo pero que la primera parte), los últimos veinte minutos, el pony.

Lo peor: Algo larga con partes de puro relleno, que Ritchie tarde tanto en soltarse.



1 comentario:

  1. La verdad que no ye un peliculón pero sí ye entretenida. Por cierto, el Holmes ta como una puñetera cabra, ye carne de loqueru!!

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