lunes, 27 de mayo de 2013

Doctor Who - 5x03 - Victory of the Daleks

Daleks.
La entidad más peligrosa de toda la realidad y el enemigo acérrimo del Doctor.
Aparecen demasiado pronto en esta temporada pero había que regenerarles y dotarles de un nuevo status de amenaza en un capítulo que quizás solo sirva para eso: la  vuelta de los Daleks al sendero del exterminio.



Guionizado por Mark Gatiss, fiel escudero de Moffat (gran cómico y ese memorable Mycroft en "Sherlock" de la BBC), la acción nos lleva al Londres de la segunda guerra mundial, con Churchill pidiendo ayuda al Doctor... que vuelve a llegar tarde, con lo que la situación ya se ha arreglado gracias a la presencia de soldados de hierro, sospechosamente idénticos a los Daleks.
Estos soldados, serviles y eficaces, han sido creados por el profesor Bracewell pero el Doctor no se traga esa teoría y en su convencimiento se identifica a si mismo como Doctor y Señor del tiempo, lo que hace caer la máscara de bondad Dalek.



Apunte: Amy no recuerda a los Dalek ni su intentona de destruir la Tierra, ni siquiera con el secuestro del planeta llevado a cabo en la temporada anterior.
Algo extraño ocurre con esta pelirroja.

El quid del episodio se desvela demasiado rápido: los Daleks son verdaderos, perdidos en el tiempo hasta terminar en esa época, el profesor no es más que un robot creado por ellos y necesitaban un testimonio del Doctor para reactivar a sus progenitores, un backup de su impronta genética original que termina dando lugar a una nueva estirpe de Daleks: grandes, temibles, perfectos y de colorines.
Exterminan a sus iguales por ser impuros al tener un código genético contaminado y centran su atención en el Doctor que a duras penas consigue escapar de la nave y, de paso, detener el ataque nazi sobre Londres gracias a la aviación inglesa.
Unas explosiones más y los Daleks consiguen escapar.
El Doctor ha perdido y podemos contemplar una nueva grieta.



Surgen apuntes del carácter del Undécimo: alocado, con un toque oscuro y un puntito de violencia, al arremeter contra los Daleks sin lugar para la duda.

Episodio con un objetivo claro: regenerar a los Daleks y poco más.
Quizás desaprovecha el escenario que plantea y al que podría sacar más brillo pero resulta entretenido y abre un nuevo camino para el futuro.

jueves, 16 de mayo de 2013

Doctor Who 5x02 - The beast below

Seguimos con las andanzas del Undécimo y de Amy Pond con un capítulo, también guionizado por Moffat, donde se ahonda en el comportamiento del Doctor y en la personalidad humana de Amy.



En esta ocasión, la Tardis llega a un futuro lejano en el que los países han dejado la Tierra moribunda, quemada y arrasada, para vivir en el espacio como naves-país, llenas de refugiados.
Como no podía ser menos, la nave a la que llegan es la UK, perteneciente al Reino Unido y ya desde la deliciosamente tétrica introducción, nos queda claro que algo raro esta pasando, sobre todo debido a una especie de robots alojados en cámaras que vigilan con una sonrisa todo lo que pasa... hasta que algo no les gusta y muestran su verdadero rostro. Son los Smilers, un nuevo añadido a la galería de monstruos del Doctor, bastante desasosegantes, la verdad.



El Doctor acude a la ayuda de una niña que llora desconsolada y deja a Amy que investigue por su cuenta mientras él se dedica a sus asuntos, como controlar ¿vasos de agua?
Aquí llega el quid del episodio: Amy se comporta como una humana ante la disyuntiva que se plantea más adelante, muy cercana a lo que ocurría con Donna en la temporada anterior (¿es Amy la Donna que no pudo ser en la T. 4 o la que cree Moffat que debería de haber sido?) mientras que el Doctor se muestra impasible en su papel de Señor del Tiempo: sin intervenir en favor de ninguna especie se ve obligado a elegir entre miles de vidas humanas y la última ballena estelar, auténtico motor de la UK.
El Undécimo se muestra muy cercano a los capítulos finales de la era Tennant, consciente de su condición como guardián del tiempo, más allá de los humanos ("Vosotros os parecéis a los Señores del Tiempo, nosotros llegamos primero") y rompe con la tónica habitual de hacer un símil con la humanidad. El Doctor es alienígena y por mucho apego que tenga a los humanos, debe pensar y actuar de manera más elevada, en busca de un bien universal, no local. Para el resto debe estar Amy y así aparece la primera confrontación entre ambos.



Lo que en un principio podría parecer un capítulo de Doctor vs. Smilers se convierte en un episodio de duras elecciones, salvada en el último minuto gracias a la perspicaz Miss Pond.
Una descripción de una democracia que no es tal,basada en el miedo y el olvido voluntario, con una Reina, Liz Ten (Sophie Okonedo), que no es más culpable que los demás pero no por ello inocente (un buen personaje,por cierto).
Segundo capítulo bien narrado e interesante, con grieta al final pero sin llegar al nivel excelente del anterior.
Seguimos tirando del hilo.

martes, 14 de mayo de 2013

Doctor Who - 5x01 - The eleventh hour

Todo el mundo esperando para terminar de ver la séptima temporada ( a no ser que hayas encargado los blurays a Amazon que han cometido la pifia de enviarlos antes de que se emita el último capítulo en la BBC...) y nos ponemos a ver y comentar la quinta.

Con retraso pero contentos,que es lo que cuenta.
Agarrad vuestros destornilladores sónicos, abrazad a vuestros companions y acompañadnos en el viaje.
Spoilers a ritmo, por favor.

Para todos aquellos que comenzamos viendo la serie en su etapa moderna (2005 en adelante), el Doctor por excelencia ha sido David Tennant, el décimo doctor. Esta encarnación del Doctor termina con El fin del tiempo, un excelente capítulo doble que además de significar una nueva reencarnación de nuestro señor del tiempo favorito, marca un fin de época, el final de la etapa Russell T. Davies y el desembarco como showrunner de Steven Moffat, junto con la BBC americana.
Más medios, más estético, mayor difusión.
Emotivisima despedida de Tennant, hola undécimo.



El undécimo doctor es Matt Smith: joven, alocado y con pajarita. Y un nuevo doctor necesita una nueva compañera después de la desestructuración que supusieron los especiales del fin de la anterior etapa, donde el Doctor decide estar solo, ante la amenaza de su muerte y hacerse consciente del enorme poder que poseía. Amy Pond (Karen Gillian) será la elegida: pelirroja, joven y dinámica...por ahora, encaja.
Cambio de cabecera y sintonía aparte, este primer episodio supone un enorme cambio visual. Más medios, como decía, implican una mejor imagen (HD) y una dirección menos casera que en temporadas anteriores, con un salto de calidad en los efectos.



Con la Tardis en llamas, el Doctor termina en una casa de un pueblo inglés donde encuentra a una niña sola, preocupada por una grieta en su pared. La pared agrietada resulta ser una brecha en el propio tejido del universo, conectada a una prisión alienígena donde un ojo gigante repite un mismo mensaje: el prisionero zero ha escapado. El doctor percibe algo por el rabillo del ojo, como las cosas que no queremos ver pero están ahí y le dice a la joven Amelia que volverá en 5 minutos... que resultan ser unos pocos años más. Amelia ya no es una niña sino una mujer adulta, obsesionada con el Doctor desaliñado y lo que la traumatizo el tenerla esperando esos 5 minutos eternos. Gran arranque, con toques oscuros pero sin salirse mucho de la franquicia.



Primer punto importante de la trama: el Doctor suele llegar puntual y esta vez se retrasa en dos ocasiones (al inicio y al final del capítulo) sin motivo aparente. ¿Problemas a la vista?
También se refleja la, a veces, enfermiza relación del Doctor con sus compañeras. Obsesiones que no se llegan a curar.

El prisionero zero resulta ser una especie de gusano interdimensional (más serpiente/anguila/morena que gusano) que aprovechando la grieta ha camuflado una habitación de la casa de los Pond (demasiado similar a la casa donde aparecían los ángeles en Blink) para residir en ella y solo siendo perceptible al mirar por el rabillo del ojo.
Además, puede adoptar diferentes formas corpóreas al conectar psíquicamente con consciencias humanas (pacientes en coma o la propia Amy con la que convivió muchos años).
Hay una nueva galería de secundarios como Rory (Arthur Darville),enfermero y pareja de Amy (o algo mas que se nos desvela en la escena final).
Aparte del prisionero zero, una raza alienígena de guardianes (Atraxi) amenaza la Tierra por ser guarida del preso fugado lo que hace al Doctor tener que pensar y actuar rápido,a pesar de estar madurando en su nuevo cuerpo.
Un plan mediante un virus informático para llamar y centrar la atención de los guardianes acaba con el problema pero aún queda un epílogo, una escena brillante en la que el Undécimo advierte a los Atraxi.
Espectacular.



Tenemos una nueva Tardis, un nuevo destornillador sonico verde y una advertencia de parte del prisionero zero: el universo se está agrietando, la Pandorica se romperá y el Silencio caerá.
No sabemos que es la Pandorica o el Silencio, pero lo sabremos.
Seguro.

Todavía es pronto para hablar sobre la personalidad del protagonista, continúa con el carácter del Décimo, incluso con su puntito de oscuridad.Veremos como progresa.

Un gran capítulo, un buen reinicio y una base sólida para acontecimientos futuros, con algunas de las mejores líneas de diálogo que se han visto en la serie.
Bienvenido, Undécimo.