domingo, 21 de julio de 2013

Expediente Warren.The Conjuring

The Conjuring es tan buena que parece filmada en los años setenta, guardada en un cajón y rescatada ahora mismo, a tiempo para su estreno.

¡BAM!
Primer disparo, a bocajarro.



James Wan continúa forjando su carrera con una imparable progresión, con un estilo propio que llega a depurar al máximo en esta película, alcanzando el estatus de maestro del terror.

La historia, basada parcialmente en hechos reales, presenta a los Warren (Patrick Wilson, que repite después de pasarlo fatal en Insidious y que volverá en Insidious Chapter 2 a final de año y Vera Farmiga), investigadores paranormales, que se hacen cargo de un extraño caso en la propiedad de la familia Perron.
Quizás nada fuera de lo común y parece que ya la hemos visto mil veces pero Wan se encarga de manejarla a su estilo, incorporando su toque personal.
Es una película de terror, pero eso no quiere decir que caiga en los convencionalismos formales que han ido reduciendo el antaño prestigioso género (la época dorada de los 70), a productos de consumo rápido, carne de dvd, llenos de sustos insípidos, ideas recicladas, chicas gritando, exorcismos improbables y dudosa calidad.
The conjuring esta hecha de otra pasta, es una película muy buena, independientemente de su género, con una ambientación asfixiante y una cámara inquieta, sin recurrir al susto rápido y fácil, sino al juego largo con el espectador, con escenas repletas de tensión y planificadas a la perfección para agarrarte fuerte y evitar que pierdas la atención.



Dead silence e Insidious son parte de los cimientos sobre los que se construye el Expediente Warren y se podrían considerar versiones primerizas de ella, aunque tremendamente meritorias. Hay elementos comunes: muñecos, fantasmas, secretos y el misterioso mundo mas allá de la consciencia humana pero es aquí donde todas las piezas encajan a la perfección, sin que nada chirríe. Hasta el reparto ayuda, apoyado en dos actrices, Vera Farmiga y Lili Taylor, que realizan un trabajo excepcional.

The conjuring es un ejemplo de que el terror y el horror pueden dar buenas películas, ademas de cumplir el objetivo de asustar, pero sin centrar su atención en el susto barato. Es una película perfectamente planificada, construida poco a poco, sin acelerones y que utiliza las bases del género, de las películas de hunted house para refrescarlo (la pelotita de Al final de la escalera, por ejemplo) y añadir nuevos elementos que veremos repetidos hasta la saciedad (esas palmaditas...).

James Wan dice que se retira temporalmente del terror para abarcar nuevos géneros, después del estreno de Insidious Chapter 2 en otoño.
Es ese tipo de cosas que te puedes permitir cuando tocas techo pero vuelve pronto, con tus muñecos y tus terrores.
Imprescindible.

domingo, 7 de julio de 2013

Star Trek: En la oscuridad

En el mercado actual, las secuelas de una película de éxito son necesarias, pensadas y calculadas casi al mismo tiempo que el film inicial. En el caso de la saga Star Trek, las secuelas son casi una plaga, innumerables a lo largo de las diferentes versiones de la serie original de televisión, con unas diferencias de calidad abismales.

J. J. Abrams lo tenía clarísimo, su versión del 2009 debía tener una secuela a sus manos, justo antes de emprender el salto galáctico al enorme reto de Star Wars.
Star Trek: En la oscuridad es una segunda parte, un blockbuster veraniego de una franquicia veterana y revitalizada años antes. Repiten los guionistas: Roberto Orci, Alex Kurtzman y Damon amado/odiado Lindelof, repite el reparto (Chris Pine, Zachary Quinto, Zoe Saldana, Karl Urban, Simon Pegg, John Cho y Anton Yelchin) y repiten las sensaciones de hace unos años. Muy buena película, entretenida, espectacular pero acomodada, perdiendo parte del factor sorpresa que la novedad traía a la entrega anterior.



No hay mucha sorpresa gracias a la extensísima campaña de publicidad y a los dos meses de retraso respecto al estreno americano, la amenaza está representada por un soberbio Benedict Cumberbatch, el Sherlock de la genial serie de la BBC, un terrorista que amenaza a la Federación. Sin entrar en harina ni spoilers, Cumberbatch se luce en los momentos que puede que quizás no sean demasiados pero muy bien dosificados a lo largo del metraje. Y es que este hombre, con una mirada, intimida.
Entre las nuevas incorporaciones al reparto encontramos Alice Eve y el gran Peter Robocop Weir con un papel bastante memorable.

Ninguna pega al aspecto visual, técnicamente impecable, con efectos brillantes y si no tienes problemas con las luces de Abrams (hay un par de escenas en el puente de la Enterprise donde los destellos son insufribles) la disfrutarás de sobra. Mención aparte a la banda sonora de Michael Giacchino, espectacular desde el primer minuto.



La película se mantiene, durante las dos horas de duración, a un nivel muy alto, tanto de calidad como de entretenimiento. Combina a la perfección la espectacularidad de las escenas de acción (el prólogo, como ejemplo perfecto) con partes de diálogo, con un sentido del humor muy de agradecer, sobre todo a cargo de Bones o Scotty.
El eje argumental de la película, ademas de la amenaza Cumberbatch, reside en la dualidad Kirk / Spock, uno demasiado humano y otro muy vulcaniano.
Visceralidad contra matemática racionalidad que deben de buscar un punto de equilibrio común para que todo funcione.

La película lo tiene todo y usa sus armas a la perfección para ser un entretenimiento brillante pero hace inevitable el volver siempre a una entrega anterior de la saga y eso es lo que se echa en falta, si nos ponemos exigentes. Un poco mas de riesgo, añadir un toque de aire fresco y alejarse del canon marcado anteriormente. Es solo una pequeña queja, echar en falta una pizca de sal que hubiese sido la guinda perfecta al renacimiento de la franquicia en la gran pantalla.
Pero no se puede tener todo y lo que hay y tal como está, es francamente brillante.

Clásica y modélica, no os la perdáis.

domingo, 2 de junio de 2013

A walk on the wild side

Triple sesión malsana: ManiacThe lords of Salem  y Stoker, tres películas que es imposible que dejen a uno indiferente y sentado tranquilamente en el sofá, de esas cintas realizadas para remover... tripas, por supuesto.

Maniac (Franck Khalfoun, 2012) es un remake de la película del mismo título de 1980, dirigida por William Lustig y, en este caso, llega en forma de coproducción Francia\USA con Alexandre Aja como productor y guionista.
La película nos pone en la piel de Frank Zito, un temible Elijah Wood, un tipo raro que vive rodeado de maniquís y traumas de infancia y con una malsana obsesión: acechar mujeres y cortarles la cabellera.
Cosas de la vida.



Estableciendo un paralelismo mas que evidente, Maniac es el Drive de lo trash. Un estilo visual impecable, impactante y centrado en su protagonista, prácticamente en primera persona, poniéndote en la piel del killer, en sus propios ojos. La tensión no se supera fácilmente y muchas veces cuesta quedarse con el punto de vista de Frank, tomando como referencia las manos, la vista y la voz de Elijah Wood, poco visible pero muy presente en la película, con un excelente trabajo.


Éste punto de vista favorece la implicación personal del espectador con la mente destrozada del protagonista, a medio camino entre la pena y el horror mas profundo, una perfecta disección de la mente psycho.
Sus primeros minutos, hasta la aparición del título, son un perfecto reflejo del resto de la película: tensa, cruda, desagradable, hasta su sangriento final.
No apta para mentes sensibles pero absolutamente recomendable.

"The Lords of Salem" (Rob Zombie, 2012) es pura polémica. No creo que haya un punto intermedio, o te gusta o la odias, pero no debe existir sitio para la indiferencia.



El argumento tiende un puente entre el pasado y el presente, con una locutora de radio (Sheri Moon Zombie) que recibe un extraño vinilo de un grupo desconocido,  The Lords. Su vida comienza a descender por una extraña espiral hacia el mismo infierno.

La historia en sí no es ninguna maravilla, la verdad. Tenemos brujas, maldiciones y al demonio, con un toque musical y una investigación histórica. Bien, lo justo.
Donde destaca, sin lugar a duda, es en su aspecto visual y conceptual.
El demonio en una cruz roja de neón. Tal cual.
Las actuaciones van justitas, empezando por la mujer del director y protagonista, pero destacan la tripleta de señoras, esa especie de "chicas de oro" algo raras.



Atmósfera inquietante, apariciones imposibles y un frenesí final que pone el broche perfecto a la película. Quizás Zombie peque de ambicioso, intente acercarse al (atención a lo que voy a decir) delirio visual mas propio de un Kubrick lisérgico pero mas basto y con tendencia a la provocación.
La cuestión es que funciona, pese a su déficit de guión e impacta.
¿Una escena?: Heidi entrando en el apartamento número 5 para comprobar lo que hay, en realidad, en su interior.
Excelente.
No es película para dejar reposar, es de visionado inmediato, visceral.

"Stoker" es, sin duda, la película mas redonda de las tres de esta sesión. Dirigida por un Park Chan- Wook (director de la imprescindible Oldboy, entre otras) que sigue sin renunciar a su particular ritmo narrativo (¿arrítmico?) y un estilazo visual que quita el hipo, la clave del film recae en el guión, minucioso y malicioso, escrito por, atención, Wentworth Miller, mas conocido por ser Scofield, el escapista tatuado de Prison break.



India (Mia Wasikowska) pierde a su padre en un misterioso accidente, quedándose sola con su madre (Nicole Kidman). Pero la irrupción de su desconocido tío Charles (Matthew Goode) cambiará por completo su vida y su forma de pensar y actuar.

Lo peor que te puede pasar es que te cuenten demasiado de la película. Avanza lenta pero segura, incorporando progresivamente piezas al puzzle que plantea la personalidad de India.
Mia Wasikowska resulta una protagonista excelente, con una interpretación muy buena, llevando al personaje al borde de la vida adulta sin dejar atrás su adolescencia. Nicole Kidman resulta una creíble mujer de plástico, despreocupada y Matthew Goode inquieta solo con su presencia, extraña e incomprensible.



Ritmo lento pero constante, con mucha fuerza visual y que va añadiendo ideas que progresivamente van tomando cuerpo con el metraje.
No es una película fácil, de las de recomendar a todo el mundo, pero es un film excelente, tanto en su ejecución como en su guión.

Perturbadora, elegante, consistente.
Muy recomendable.


lunes, 27 de mayo de 2013

Doctor Who - 5x03 - Victory of the Daleks

Daleks.
La entidad más peligrosa de toda la realidad y el enemigo acérrimo del Doctor.
Aparecen demasiado pronto en esta temporada pero había que regenerarles y dotarles de un nuevo status de amenaza en un capítulo que quizás solo sirva para eso: la  vuelta de los Daleks al sendero del exterminio.



Guionizado por Mark Gatiss, fiel escudero de Moffat (gran cómico y ese memorable Mycroft en "Sherlock" de la BBC), la acción nos lleva al Londres de la segunda guerra mundial, con Churchill pidiendo ayuda al Doctor... que vuelve a llegar tarde, con lo que la situación ya se ha arreglado gracias a la presencia de soldados de hierro, sospechosamente idénticos a los Daleks.
Estos soldados, serviles y eficaces, han sido creados por el profesor Bracewell pero el Doctor no se traga esa teoría y en su convencimiento se identifica a si mismo como Doctor y Señor del tiempo, lo que hace caer la máscara de bondad Dalek.



Apunte: Amy no recuerda a los Dalek ni su intentona de destruir la Tierra, ni siquiera con el secuestro del planeta llevado a cabo en la temporada anterior.
Algo extraño ocurre con esta pelirroja.

El quid del episodio se desvela demasiado rápido: los Daleks son verdaderos, perdidos en el tiempo hasta terminar en esa época, el profesor no es más que un robot creado por ellos y necesitaban un testimonio del Doctor para reactivar a sus progenitores, un backup de su impronta genética original que termina dando lugar a una nueva estirpe de Daleks: grandes, temibles, perfectos y de colorines.
Exterminan a sus iguales por ser impuros al tener un código genético contaminado y centran su atención en el Doctor que a duras penas consigue escapar de la nave y, de paso, detener el ataque nazi sobre Londres gracias a la aviación inglesa.
Unas explosiones más y los Daleks consiguen escapar.
El Doctor ha perdido y podemos contemplar una nueva grieta.



Surgen apuntes del carácter del Undécimo: alocado, con un toque oscuro y un puntito de violencia, al arremeter contra los Daleks sin lugar para la duda.

Episodio con un objetivo claro: regenerar a los Daleks y poco más.
Quizás desaprovecha el escenario que plantea y al que podría sacar más brillo pero resulta entretenido y abre un nuevo camino para el futuro.

jueves, 16 de mayo de 2013

Doctor Who 5x02 - The beast below

Seguimos con las andanzas del Undécimo y de Amy Pond con un capítulo, también guionizado por Moffat, donde se ahonda en el comportamiento del Doctor y en la personalidad humana de Amy.



En esta ocasión, la Tardis llega a un futuro lejano en el que los países han dejado la Tierra moribunda, quemada y arrasada, para vivir en el espacio como naves-país, llenas de refugiados.
Como no podía ser menos, la nave a la que llegan es la UK, perteneciente al Reino Unido y ya desde la deliciosamente tétrica introducción, nos queda claro que algo raro esta pasando, sobre todo debido a una especie de robots alojados en cámaras que vigilan con una sonrisa todo lo que pasa... hasta que algo no les gusta y muestran su verdadero rostro. Son los Smilers, un nuevo añadido a la galería de monstruos del Doctor, bastante desasosegantes, la verdad.



El Doctor acude a la ayuda de una niña que llora desconsolada y deja a Amy que investigue por su cuenta mientras él se dedica a sus asuntos, como controlar ¿vasos de agua?
Aquí llega el quid del episodio: Amy se comporta como una humana ante la disyuntiva que se plantea más adelante, muy cercana a lo que ocurría con Donna en la temporada anterior (¿es Amy la Donna que no pudo ser en la T. 4 o la que cree Moffat que debería de haber sido?) mientras que el Doctor se muestra impasible en su papel de Señor del Tiempo: sin intervenir en favor de ninguna especie se ve obligado a elegir entre miles de vidas humanas y la última ballena estelar, auténtico motor de la UK.
El Undécimo se muestra muy cercano a los capítulos finales de la era Tennant, consciente de su condición como guardián del tiempo, más allá de los humanos ("Vosotros os parecéis a los Señores del Tiempo, nosotros llegamos primero") y rompe con la tónica habitual de hacer un símil con la humanidad. El Doctor es alienígena y por mucho apego que tenga a los humanos, debe pensar y actuar de manera más elevada, en busca de un bien universal, no local. Para el resto debe estar Amy y así aparece la primera confrontación entre ambos.



Lo que en un principio podría parecer un capítulo de Doctor vs. Smilers se convierte en un episodio de duras elecciones, salvada en el último minuto gracias a la perspicaz Miss Pond.
Una descripción de una democracia que no es tal,basada en el miedo y el olvido voluntario, con una Reina, Liz Ten (Sophie Okonedo), que no es más culpable que los demás pero no por ello inocente (un buen personaje,por cierto).
Segundo capítulo bien narrado e interesante, con grieta al final pero sin llegar al nivel excelente del anterior.
Seguimos tirando del hilo.

martes, 14 de mayo de 2013

Doctor Who - 5x01 - The eleventh hour

Todo el mundo esperando para terminar de ver la séptima temporada ( a no ser que hayas encargado los blurays a Amazon que han cometido la pifia de enviarlos antes de que se emita el último capítulo en la BBC...) y nos ponemos a ver y comentar la quinta.

Con retraso pero contentos,que es lo que cuenta.
Agarrad vuestros destornilladores sónicos, abrazad a vuestros companions y acompañadnos en el viaje.
Spoilers a ritmo, por favor.

Para todos aquellos que comenzamos viendo la serie en su etapa moderna (2005 en adelante), el Doctor por excelencia ha sido David Tennant, el décimo doctor. Esta encarnación del Doctor termina con El fin del tiempo, un excelente capítulo doble que además de significar una nueva reencarnación de nuestro señor del tiempo favorito, marca un fin de época, el final de la etapa Russell T. Davies y el desembarco como showrunner de Steven Moffat, junto con la BBC americana.
Más medios, más estético, mayor difusión.
Emotivisima despedida de Tennant, hola undécimo.



El undécimo doctor es Matt Smith: joven, alocado y con pajarita. Y un nuevo doctor necesita una nueva compañera después de la desestructuración que supusieron los especiales del fin de la anterior etapa, donde el Doctor decide estar solo, ante la amenaza de su muerte y hacerse consciente del enorme poder que poseía. Amy Pond (Karen Gillian) será la elegida: pelirroja, joven y dinámica...por ahora, encaja.
Cambio de cabecera y sintonía aparte, este primer episodio supone un enorme cambio visual. Más medios, como decía, implican una mejor imagen (HD) y una dirección menos casera que en temporadas anteriores, con un salto de calidad en los efectos.



Con la Tardis en llamas, el Doctor termina en una casa de un pueblo inglés donde encuentra a una niña sola, preocupada por una grieta en su pared. La pared agrietada resulta ser una brecha en el propio tejido del universo, conectada a una prisión alienígena donde un ojo gigante repite un mismo mensaje: el prisionero zero ha escapado. El doctor percibe algo por el rabillo del ojo, como las cosas que no queremos ver pero están ahí y le dice a la joven Amelia que volverá en 5 minutos... que resultan ser unos pocos años más. Amelia ya no es una niña sino una mujer adulta, obsesionada con el Doctor desaliñado y lo que la traumatizo el tenerla esperando esos 5 minutos eternos. Gran arranque, con toques oscuros pero sin salirse mucho de la franquicia.



Primer punto importante de la trama: el Doctor suele llegar puntual y esta vez se retrasa en dos ocasiones (al inicio y al final del capítulo) sin motivo aparente. ¿Problemas a la vista?
También se refleja la, a veces, enfermiza relación del Doctor con sus compañeras. Obsesiones que no se llegan a curar.

El prisionero zero resulta ser una especie de gusano interdimensional (más serpiente/anguila/morena que gusano) que aprovechando la grieta ha camuflado una habitación de la casa de los Pond (demasiado similar a la casa donde aparecían los ángeles en Blink) para residir en ella y solo siendo perceptible al mirar por el rabillo del ojo.
Además, puede adoptar diferentes formas corpóreas al conectar psíquicamente con consciencias humanas (pacientes en coma o la propia Amy con la que convivió muchos años).
Hay una nueva galería de secundarios como Rory (Arthur Darville),enfermero y pareja de Amy (o algo mas que se nos desvela en la escena final).
Aparte del prisionero zero, una raza alienígena de guardianes (Atraxi) amenaza la Tierra por ser guarida del preso fugado lo que hace al Doctor tener que pensar y actuar rápido,a pesar de estar madurando en su nuevo cuerpo.
Un plan mediante un virus informático para llamar y centrar la atención de los guardianes acaba con el problema pero aún queda un epílogo, una escena brillante en la que el Undécimo advierte a los Atraxi.
Espectacular.



Tenemos una nueva Tardis, un nuevo destornillador sonico verde y una advertencia de parte del prisionero zero: el universo se está agrietando, la Pandorica se romperá y el Silencio caerá.
No sabemos que es la Pandorica o el Silencio, pero lo sabremos.
Seguro.

Todavía es pronto para hablar sobre la personalidad del protagonista, continúa con el carácter del Décimo, incluso con su puntito de oscuridad.Veremos como progresa.

Un gran capítulo, un buen reinicio y una base sólida para acontecimientos futuros, con algunas de las mejores líneas de diálogo que se han visto en la serie.
Bienvenido, Undécimo.

domingo, 28 de abril de 2013

Iron Man 3

Iron man 3 debe suponer el pistoletazo de salida a la Fase 2 del plan estratégico de Marvel Studios, un camino que nos llevará a la futura Vengadores 2, previo paso por Thor: The dark world, Capitan América 2, The Ant man  o  Guardians of the galaxy. 
Después de verla, mas que un inicio de un nuevo bloque de aventuras, esta tercera parte de las aventuras de Tony Stark resulta un punto y seguido, un epílogo sobre lo sucedido en Nueva York y parte de las consecuencias para el personaje.



En vez de ser continuistas y conseguir que Joe Favreau terminase la trilogía, Marvel Studios asumió el riego de ceder el testigo a Shane Black, tanto en la dirección como en el guión. Si habéis visto el anterior trabajo de Black, Kiss kiss bang bang, ya os podréis hacer una idea de lo que espera en Iron man 3.
Si no la habéis visto, sois personas grises y tristes.
Poned remedio a eso.

La premisa es simple: el mundo esta en peligro por la amenaza del Mandarín (Ben Kingsley), un terrorista sin mas, mientras que entra en escena una peligrosa sustancia que aporta increíbles poderes a sus usuarios, controlada por Aldrich Killian (Guy Pearce)
En medio de todo, al pobre de Tony le dan ataques de ansiedad cada vez que se ve lejos de sus armaduras o cuando alguien le pregunta cómo consiguió escapar de aquel agujero de gusano.

Siguiendo el camino pautado por Iron man 2 y lo que se espera de una película de superhéroes Marvel/Disney, Iron man 3 debería funcionar como una orgía de destrucción sustentada por los arquetipos del género, con los toques de humor típicos de la franquicia.
Que nadie se lleve las manos a la cabeza: esos elementos siguen ahí.
Hay acción, quizás demasiado localizada en determinadas escenas, hay humor (blanco y para toda la familia) y atención, hay un niño, pero Black sabe mover las fichas necesarias para que todo nos suene y darle un toque diferente; consigue desligar a Tony Stark de Iron Man, al hombre de la armadura, sin que ninguna de las dos facetas se resientan demasiado.



Se nota en toda la película un deje Bond, incluso en el enemigo a batir por Stark, aspecto que, por cierto, incluye un inesperado giro que me convenció sin lugar a dudas, quizás por lo inesperado o por pecar de inocente, pero me pilló con la guardia baja y lo aplaudo por ello.
Don Cheadle vuelve a ser Rhodes, enfundado en Iron patriot, siendo mas buddy de Downey Jr que nunca, casi una especie de Riggs & Murtaugh en la parte final de la película.
Robert Downey Jr vuelve a sus tics de Tony Stark, completamente unido al personaje aunque sin brillar del todo en las partes mas ansiosas del personaje. Porque si, amigos, Tony tiene debilidades en forma de ataques de ansiedad, asemejándose al comic clásico El demonio en la botella pero sustituyendo el alcoholismo por el estrés post traumático.
Otro cómic utilizado en el guión es Extremis, base de toda la trama malvada del film, bien adaptada e hilada, lo suficientemente interesante y bondiana para que Guy Pierce y Ben Kingsley hagan de las suyas.

La película quizás brille mas en determinados aspectos del guión que en sus partes de acción, pese a que resulten lo suficientemente impactantes para llamar la atención. Black consigue sus mejores notas como guionista que como action director pero cumple con lo que se le exige a un blockbuster de estas características. Me he fijado en ciertas producciones similares en que hay determinadas escenas que parecen rematadas a toda prisa, sin tener el acabado que precisa una película así... echémosle la culpa a la crisis.
Hay niño repelente, muy Justin Bieber, pero no ofende demasiado y podríamos encontrarnos muy pronto con unos Young avengers así que no lo despedazaremos mucho.



Pese a lo que se ha dicho en los medios, Iron man 3 no es una continuación de Los vengadores y en ningún momento tiende un puente a la fase 2 marvelita, ni siquiera en su (graciosa pero intrascendente) escena post créditos. Si que parece que Los vengadores y su perfecta imbricación del resto de películas Marvel han pasado factura a esta película y, por mucho que nos pese, es una película única y exclusivamente de Iron Man, no hay guest stars aparte de Iron patriot.

En definitiva, Iron man 3 tiene varias bazas para defraudar al fan mas talibán pero en ningún momento resulta ser un mal entretenimiento ni peca de repetitiva. Se atreve con aspectos e ideas poco frecuentes, alejándose del camino seguro, con sus toques Bond, sus chascarrillos, su tensa relación con Pepper Potts (Gwyneth Paltrow), su discreta publicidad de Audi y sus buenos momentos de acción (la explosiva escena final resulta muy digna aunque mareante) con unos correctos efectos digitales.
Se coloca en segunda posición dentro del particular (mío y del personaje) podio Iron Man, muy cerca de la primera entrega (el afecto y la sorpresa todavía pesan) pero bastante alejada de la entretenida (pero previsible) inercia de la segunda entrega.
Una digna entrega del hombre de hierro, una entretenida película de superhéroes.



miércoles, 24 de abril de 2013

Hypeando el 2013: Pacific Rim.

Guillermo del Toro es uno de mis creadores favoritos: oscuro,imaginativo, sin límites.
Si a eso añadimos robots gigantes (jaegers) pilotados por humanos y monstruos enormes a lo Godzilla (kaijus)  venidos de una grieta submarina interdimensional, la respuesta más lógica es que esté contando los días hasta que se estrene y aplaudiendo con las orejas.
Las dos.
Y a la vez.



Y en ello estoy, tragándome toda la publicidad viral, los enormes posters de cada personaje y vigilando el cielo, no sea que me aplaste un tentáculo enorme.


12 de julio de 2013, ¡no queda nada!

miércoles, 10 de abril de 2013

Posesión infernal (Evil dead) - 2013


"No está muerto lo que puede yacer eternamente..."
H.P. Lovecraft.



No creo que sea la única persona que descubrió la saga "Evil dead" al revés, de la tercera parte hacia la primera. 
Comencé por "El ejército de las tinieblas" y sus delirios pulp, espoleado por la curiosidad continué con "Terroríficamente muertos" y completé el triángulo con la "Posesión infernal" original. 

Fan irredento al instante y Sam Raimi, al estante de los elegidos con sus planos imposibles, de vértigo y su arrojo  de serie B.

Ahora llega el remake, con Raimi y Bruce Campbell en labores de producción y supervisión y con el desconocido Fede Álvarez en la dirección y parte del guión. 
Los recuerdos y lo que debía ser se topan de bruces con una nueva generación de espectadores, indiferentes ante el clásico y a los que hay que sorprender para triunfar. 
Doble peligro. 
Doblen sus apuestas, caballeros.

La película,tranquila, lo que se dice tranquila, no es.
La premisa inicial es diferente al original. 
Tenemos a una pareja de hermanos (Mia y David; Jane Levy y Shiloh Fernandez) y a sus amigos (Eric, Olivia y Natalie; Lou Taylor Pucci, Jessica Lucas y Elizabeth Blackmore) pasando unos días en una cabaña del bosque para atajar la adicción a las drogas de Mia en tan bucólico paraje. Luego, sin entrar en detalles, pasa lo que debe pasar y se monta el lío demoníaco.

Atacando a los puntos flacos de la película, la relación con los personajes es casi nula. Hay poco trasfondo (por no haber, no tienen ni apellidos...), estereotipados e inocentes, muchas veces rozando la ingenuidad mas infantil (¿verdad, David?). Las dotes actorales del reparto tampoco da para mucho mas, pero nadie esperaría un trabajo de interpretación de estudio (espero...).
Pero no nos llevemos las manos a la cabeza: el cine de terror exige personajes algo tontitos, capaces de meterse en el sótano oscuro sin darse cuenta de que alguien le observa agazapado o de ir a buscar a su perrito en medio de un apocalipsis zombie. 
Triste pero cierto.

Y si nos olvidamos de compararla con la original, ahí se queda lo peor de la película. 
Tal cual.

El libro gordo de Petete

Un buen arranque, casi un corto, pone en situación y antecedentes, para luego llevarnos por el necesario planteamiento de la historia y en menos de 20 minutos se llega al meollo, en una ascensión de tensión y sangre que prácticamente no decrece hasta el final.

La campaña de publicidad se basa, además de en la nostalgia, en anunciar "la experiencia mas aterradora que bla bla bla". Sois gente lista, se que no creéis en la publicidad. 
Miedo, lo que se dice miedo, lo que se conoce generalmente como miedo, no está presente. Tensión si, pero miedo no, lo que hace a la película menos dependiente de ir buscando el susto fácil y mas interesada en llevarla al baño de sangre de su final. Se le acusa de ser gore, de llevar la casquería a un nivel mas comercial pero no es para tanto. ¿Hay escenas difíciles de ver con sangre brotando por doquier y miembros troceados? Of course, pero no tan gore como se podría imaginar, aunque no es blanda del todo. Un buen punto intermedio.

¡Cucu!
Y si el principio era bueno, mejor es el final. Después de 80 minutos de sangre, leves guiños a las originales (¿el coche destartalado del exterior?¿por que todos los ataques dañan a las manos de los personajes?¿por que hay un personaje que lleva todos los palos, cual cartoon?), llega el giro final, que hace plantearse la película como un número 1 de un cómic, una presentación del héroe.
Este final pone el broche perfecto a la película, lleno de hemoglobina y valiente, recordando en su espíritu al de "The cabin in the woods", película que deberíais haber visto todos si viviésemos en un país civilizado. 
Un gran final, en definitiva, orgánico, sin el normalizado exceso de efectos visuales y manchándose de barro y sangre.
Un paso mas allá de lo necesario y que eleva la película a otro nivel, sin duda. 

Bien rodada, con planos realmente inquietantes y con una banda sonora muy acertada, clásica, a cargo de Roque Baños, con una sirena intercalada entre los temas que pone los pelos de punta. 
En definitiva, un gran acierto a todos los niveles y con una escena post créditos que hará sonreír a los fans clásicos.
Ya me estoy arrancando los dedos de las manos mordiendo las uñas esperando el anuncio de una segunda parte...

Sangrientamente imprescindible.





martes, 9 de abril de 2013

A piece of shit HD Remix

Mucho trabajo y poco tiempo para sentarme a divagar delante de un teclado hacen de este blog un sitio aburrido.
Además la cantidad de basura que veo somnolientamente no me emociona lo suficiente para que le dedique unas líneas, así; que voy a hacer un rápido resumen, amiguitos.

American Horror Story: Asylum es uno de los bombazos imprescindibles del año.

La imagen es tan espectacular como la serie.

La anterior temporada comenzaba muy bien pero perdía algo de fuelle, con un punto y final algo acelerado. En esta ocasión dejamos a los fantasmas a un lado para meternos de lleno en unos años 60 llenos de sanatorios mentales, monjas, demonios, nazis, alienígenas, locos, asesinos y zombies.
Genial y perturbadora a partes iguales, da lugar a un derroche de originalidad y buen hacer en los 13 capítulos de la temporada, con final cerrado al igual que la anterior.
Jessica Lange borda su papel y el resto del reparto no se queda corto.
El año que viene parece ser que nos esperan historias de brujas...
IMPRESCINDIBLE.

No había dicho nada de los premiados con un Oscar este año, así que iré directo al grano.

La vida de Pi tiene una buena base, una tierna historia con moraleja, un liviano tratado sobre las religiones, lleno de simbolismos, demasiado amable y positivo, con un envoltorio visual eficiente. El conjunto no destaca de la media, demasiado plana, no tan espectacular como prometía, visualmente hablando y aburrida si conoces la historia.
De buena factura y poco mas, demasiado vitalista para mi gusto.

Impecable póster.
Anna Karenina también se llevó un premio y varias nominaciones y es que, aunque sean sus primeros 20 minutos, debe ser visionada. Un ejercicio de planificación,concreción, escenografía y coordinación. La pena es que se diluye,demasiado encorsetada por la historia. Aún así es una puesta al día de un clásico, sin ofender y con clase.
Bien, Joe Wright, bien.

El vuelo es otra clase magistral de Denzel Washington, en un papel complicado, con un arranque muy bueno pero con un Zemeckis demasiado interesado en caerle bien a todo el mundo, con un final timorato y planificado para quedar bien.

Con el cine español he tenido un par de encuentros: Eva y El callejón.



Eva es una película excelente. Bien rodada, buen guión, correctos actores y con un toque Kubrick que se nota en el paladar, como si Inteligencia artificial de Spielberg (recordar que fue un proyecto perseguido por Kubrick durante toda su carrera) se topase con la ciencia ficción moderna y con un guiño a 2001 delicioso.
Quizás necesitase algo mas de tiempo para darle carácter a algunos personajes y deje algunas ideas sin rematar del todo pero es imprescindible.
Que pena que no se haga cine español así de valiente más a menudo.

El callejón es una rareza, es un corto venido a mas, con una idea correcta, sobada y una Ana de Armas como reclamo (como indican sus casposos títulos de inicio). Demasiado larga para resultar interesante, muy serie b (o z) para resultar aburrida. Al limbo.




Japón es otro mundo, tanto en cultura como en cine y Kenshin sería el reflejo de su cine comercial, de sus blockbusters. Basado en el manga/anime que pudimos ver de chavales en Canal Plus, narra las aventuras de un samurai hastiado de las batallas en un mundo post-samurais donde comienzan a aflorar los intereses mercantilistas, algo así como un 13 asesinos de Miike pero con un 120% menos de violencia. Interesante en sus momentos pausados y un auténtico festival de acción bien filmada en su tramo final.

Siguiendo con el repaso internacional no USA, hacemos parada en Francia con En la casa de François Ozon. Ozon torpedea la línea de flotación de la burguesía francesa, incidiendo en la educación, las generaciones pasadas y futuras y la familia. Excelente guión, con un final jodido y el regalo de Claude, ese joven psicópata manipulador. Muy recomendable (siempre negaré haber recomendado cine francés...)

Para compensar el ataque francófilo: El hombre de los puños de hierro.

¿Os queda claro de qué va la película?

Esta peli tiene de todo: un herrero negro en la China antigua, prostitutas asesinas de lujo, un hombre de latón, espadas, venenos, torturas,rap, los Black Keys con el tema principal, maestros budistas ayudando a comprender el Chi, un vaquero pseudosteampunk inglés con la cara de un Russell Crowe ternesco, Tarantino a la producción, Eli Roth a manos de parte del guión... Y RZA jodiendo la sesión en sus dos vertientes, como actor y como director.
Se deja ver y apunta cosas pero es sosa y tiene al protagonista más insulso del mundo. Se le podría haber sacado mucho más partido...aún así es golfa,gamberra,cutre y chinesca. Hay que verla y tomársela como es.

Headhunters es el ejemplo perfecto del género negro que viene del frío, de los países nórdicos y que tan de moda su puso a raíz del éxito de la saga Millennium. Corporaciones, conspiraciones, ladrones de cuadros, engaños, dinero y asesinatos, con Jaimie Lannister por medio, conforman un thriller modélico. Para disfrutarlo y dejarte engañar.

Efectos secundarios es la prueba fehaciente de que Sodenbergh está perdiendo fuelle (aunque ya lleve varios años deshinchándose). Thriller tipo, sin mayores sorpresas ni alardes pero que funciona, con una velada critica al sistema sanitario, un reparto funcional pero que no brilla y una caída de ritmo constante. Aun así, el estilo se impone y se deja ver perfectamente. No molesta y entretiene.



Eden Lake es una de esas películas que parecen menores a primera vista, pero dejan poso. Un poso amargo, cruel y sangriento, con una reflexión sobre la educación mas clara y directa que cualquier melodrama que presuma de ello. Hay que ver lo mal que lo pasa Fassbender, por cierto. No apta para todo el mundo pero muy recomendable.

Pues ya está. Hay mas, claro está, pero no voy a malgastar vuestro tiempo diciendo que The walking dead tiene un final de temporada horrible (en el peor sentido de la palabra), que Oz, un mundo de fantasía es terriblemente irregular, vacía, carente de gracia y que el toque de Sam Raimi solo luce unos pocos minutos al final, que Mama es un cuento de hadas macabro, disfrazado de película de terror, con el sello de Guillermo del Toro y buena factura, merecedora del éxito que ha cosechado en cine y que la nueva versión de Evil dead es...

...bueno, esta si que es una historia para otra ocasión...


domingo, 3 de marzo de 2013

Siete psicópatas

Hay veces que nos olvidamos de que el cine es un espacio en blanco que se puede rellenar con lo que se quiera para dar forma a una película, que no es más que una historia contada con imagen y sonido.

La mayoría de las veces que nos sentamos a ver una película, buscamos una historia que nos suene o conozcamos aunque sea a medias y esbozamos media sonrisa cuando el camino que observamos se asemeja a la hoja de ruta que tenemos en el cerebro. Todo correcto, todo queda en casa.
Otras veces nos zambullimos en una historia que no sabemos por donde va a tirar, que giros va a tener y la sensación de frescura resulta agradable, hipnótica.

Siete psicópatas es uno de esos casos donde dejamos a un lado la autopista y nos vamos por una carretera secundaria.



Colín Farrell es un guionista alcohólico, aunque renuncie a aceptarlo,con un guión entre manos que no acaba de arrancar. Sam Rockwell es su colega,empeñado en que termine su historia y actor y secuestrador de perros a tiempo parcial, ayudado por Christopher Walken, que secuestra chuchos para sacar dinero y así poder pagar el tratamiento de cáncer de su esposa pero se equivocan raptando a el perro del mafioso interpretado por Woody Harrelson que...


...mejor paro aquí que narrar el argumento no resulta fácil.
A medio camino de la escuela Tarantiniana y la del Guy Ritchie de Snatch, Siete psicópatas emprende un camino sin guía a través de los azarosos mares de la creación y de la locura, con unos actores que clavan sus papeles, tanto Rockwell (uno de los mejores actores de la actualidad) o Walken que haciendo de si mismo, parece que ni actúa, esta espectacular. La película también intenta hacer un ejercicio de metacine, reflejando sus carencias o ideas a través del propio film, en la piel de un Collin Farrell que tiene que soportar las críticas del resto de personajes sobre su trabajo, señalado de plagio o de la endeble caracterización de los personajes femeninos. Pero no esperéis un derroche locuaz y violento, al estilo Rocknrolla, es mas introspectiva, ligada a la naturaleza propia del cine y su proceso de creación.



Es una rareza adorable, con segmentos brillantes (las historias intercaladas, el inquietante Tom Waits o la historia del psicópata cuáquero... antológica) y un ejercicio tanto de guión como de dirección, ambas de Martin McDonagh, que hace unos añitos ya sorprendió con Escondidos en Brujas (2008).

Extraña, única y enorme, para guardar en la colección.



jueves, 31 de enero de 2013

Django desencadenado

Una columna de esclavos negros camina por un oscuro bosque, acompañados por dos jinetes que alumbran el camino con.faroles de aceite. La imagen parece antigua y la delirante música setentera no ayuda a mitigar esa sensación.

Poco después, los esclavistas y los esclavos se encuentran con otro extraño pasajero, de acento raro, extravagantes ropajes y un carromato aún más estrafalario, coronado por una réplica enorme de un diente, haciendo equilibrios imposibles sobre un muelle.
Unos pocos minutos con intercambios de frases después, hay varios cadáveres de especies diferentes en el suelo.

Bienvenidos al western blackxplotation de Tarantino.


Decir que Quentin Tarantino ha sido el director de cine más influyente de los últimos 20 años no es decir mucho ni ninguna novedad. Las bases de su estilo son la fortaleza de sus diálogos, el respeto por los clásicos, la violencia (muchas veces mas implícita que explícita) y, diciéndolo elegantemente, sus homenajes, la plasmación de sus obsesiones y gustos en sus películas.
Django desencadenado devuelve al Tarantino mas salvaje y puro, violento, con tensas escenas llenas de diálogo y secuencias que se convierten en clásicos.

La historia no deja de ser un refrito del Django de los sesenta, donde un primerizo Franco Nero interpretaba a un extraño pistolero atrapado entre el Ku Klux Klan y los revolucionarios mexicanos, en la búsqueda de venganza por su esposa, arrastrando un misterioso ataúd. Los principales elementos de Django desencadenado ya estaban presentes ahí: venganza y esclavismo, racismo y balas. En 2007, el director japonés Takashi Miike ya hizo un remake de la historia (Sukiyaki western Django), donde incluso Tarantino aparecía en un papel.



QT cambia la historia levemente para acercarla a la cultura americana: Django es en esta ocasión un esclavo negro, separado de su mujer y que se encuentra con el Doctor Schultz (Christoph Waltz) que le servirá como detonante para su búsqueda y venganza. Éste es el trasfondo del western típico que se esconde detrás de la película pero el guión de Tarantino no se construye sobre una base tan tópica y común, detrás hay toda una estructura dedicada a desmenuzar la esclavitud y la libertad de los negros, a su manera, claro está.

Si que se distinguen dos partes en la película: una primera, donde se concentra la historia entre los personajes de Waltz y Foxx y otra con la irrupción en escena de Leonardo DiCaprio.
La primera parte quizás sea algo más ligera pero resulta muy atractiva e ideal como inicio de película. Nos sitúa, sienta las bases de lo que se quiere contar y relaciona a los protagonistas, además de darles un objetivo a cumplir: rescatar a la mujer de Django. Es casi una buddie movie, con algunas escenas brillantes ,como la grandísima parte de las máscaras del KKK, que parece sacada de un capítulo de Padre de familia o el arranque, potente pero sin llegar al grado de excelencia de Malditos Bastardos.
Casi parece una película en si misma y deja algunas ideas sembradas: ¿Son los negros esclavos porque no saben ser otra forma? ¿Aprende Django a ser libre a través de Schultz? (impagable la escena cuando Schultz le relata a Django el cuento alemán, como un profesor a su alumno, reflejado en una pared prehistórica).

La segunda mitad arranca en pleno Mississippi, con Django y su compinche urdiendo su venganza. Ahí entra Di Caprio y la película se vuelve aún más Tarantino. Largas secuencias llenas de diálogo, quizás menos inspirados que otras veces, en los mismos escenarios que se convierten en una olla a presión, tensión que se libera al final, con una masacre llena de chorros de sangre que manchan la pantalla, casi rozando la parodia con música hip hop.




Django también se enfrenta a su lado oscuro, su némesis, negro de piel, blanco de corazón, representado por un Samuel L. Jackson enorme, un Tio Tom del reverso oscuro, que hace y deshace a su antojo en Candyland. sirviéndose de las debilidades de Candy (DiCaprio), afrancesado terrateniente de extraña relación con su hermana.
Violencia descarnada, puro blackxplotation, con Django vengando su honor y el de su querida Broomhilda Von Shaft (espera, ¿he dicho Shaft?), un explosivo cameo del propio Tarantino y caballos que bailan frente a la llamas.
La imagen mas potente de la película quizás se vea al final, donde un pobre y paleto esclavo negro, que no sabe ser de otra manera, ve al hombre negro del futuro, al que puede ser dentro de un tiempo si aprende como, montando a pelo un caballo, con una escopeta en la otra mano. Libre y fuerte, furioso y vengativo.

Estilísticamente, Tarantino se apropia del imaginario propio del bastardo western europeo. Grano, luz, planos rápido y delirantes enfoques a las caras. QT sigue en su estilo, haciendo suyo lo que le gusta, sobrepasando la mera copia, el homenaje mas sincero que se puede hacer (DiCaprio blande un martillo con furia como en Oldboy, película que Tarantino defendió hasta la bronca el año que formó parte del jurado de Cannes... ¿coincidencia?).



También tenemos elementos extraños, quizás mas en sintonía con Pulp Fiction: ¿por que James Remar (ya sabéis, el papa de Dexter Morgan) hace dos papeles distintos? ¿Quién es la misteriosa mujer enmascarada (sabemos que es Zoe Bell, doble de Uma Thurman en Kill Bill y protagonista en Death proof) y que fotografía observa?
Hay cameos como Jonah Hill, Robert Carradine, Franco Nero autohomenajeándose o Tom Savini, todo un lujo para mentes subculturales.

Quizás mas cerca de Kill Bill Vol. 2 que de un Malditos bastardos o Pulp Fiction, Django desencadenado es otra meritoria obra dentro de la carrera de Tarantino, otro peldaño en su escalera maestra de obsesiones. Otra clase maestra, levemente lastrada por un exceso de duración, pero que no empaña el tremendo peliculón que es.

No malgastéis balas, cobardes, siempre podéis llevar dos armas...

domingo, 20 de enero de 2013

Los Miserables

Antes de comenzar he de decir que la película ha sido mi primer contacto completo con la obra de Víctor Hugo en cualquier forma, ya sea novela o musical, salvo algún video de algún tema del musical.




Dicho esto y puesto todo en situación, la película de Tom Hooper (El discurso del rey) es terriblemente irregular. Lastrada por una dirección cansina, estática y oscura, la película pierde gran parte de la épica que podría tener. Y lo triste es que se ven retazos de esa grandeza, de ser una producción potente.
Los escenarios se ningunean y lo único que se aprecia en pantalla es una sucesión de primeros planos ladeados (mal encuadrados, dirán otros) en fondos que bien pueden ser la Francia del 1800 o el salón de casa de un enfermo con síndrome de Diógenes.
Este estilo llega a tal punto en que es difícil recordar haber visto los pies a algunos personajes, dando la sensación de haber visto Los Miserables, versión Muppet.
Un ejemplo claro es la escena en la taberna de Sacha Barón Cohen y Helena Bonham Carter (¿alguien se acuerda de Sweeney Todd?), donde un número musical cómico y dinámico se ve arruinado, creando confusión y malestar visual.
Quizás pueda justificarse interpretando que el director quiso dar un toque de realismo, dejar el musical sólo en que en vez de hablar, se canta, alejándose de, por ejemplo Moulin Rouge y la falta de diálogos no resulta un problema, como tampoco lo es el tener que leer subtítulos (con una adaptación mas o menos libre en algunos casos).
Pero esa justificación no me sirve, desluce la película en pro de un realismo que nunca se logra ni se debe lograr. Tanto primer plano y oscuridad no ayuda, hay una escena en que Russell Crowe canta a las estrellas...estrellas que casi no se ven, primero por el plano cortisimo de la cara de Crowe y luego por la nula iluminación.

Dejando este gran escollo de lado, Los Miserables se disfruta por dos motivos principales: la música y las actuaciones.



Uno de los principales aciertos es haber rodado a los actores interpretando los temas "en directo", dado un toque de realismo. Así, el inicio con un Hugh Jackman desolado y bastante desmejorado resulta tremendo pero la actuación ee Jackman no para ahí, resulta digna de elogio y si la peli hubiese sido titulada " Los Miserables de Hugh Jackman" no hubiese pasado nada.
No esta sólo,obviamente. Russell Crowe es un Javert casi perfecto en sus gestos comedidos, su resentimiento, su apego a la ley e incluso canta con un deje rockero nada desdeñable aunque poco estilo Broadway, para eso esta Jackman.
Anne Hathaway es otra de las grandes beneficiadas por el film. Una aparición corta pero tremendamente intensa, con una destrucción personal de esas que tanto le gustan a la academia. Oscar casi seguro.

De los papeles de los jóvenes, poco que reseñar, salvo la actitud del pequeño Gavroche (Daniel Huttlestone), que casi se marca un rap en su presentación ya que ni Amanda Seyfried ni Eddie Redmayne (Cosette \ Marius) lucen demasiado en pantalla. Cumplen y listo.

El duelo Jackman - Crowe copa la pantalla y se echa.de.menos alguna escena conjunta mas, pero mi amigo Hooper no suele gustarle el introducir muchos personajes por escena, una pena.



De la historia hay poco que contar, un clásico muy de actualidad por su trasfondo de lucha social y que poco se explota en el film, sobre todo por la sosa escena de la Barricada aunque el funeral de Lamarque    consigue ponerle los pelos de punta a cualquiera.
Otro problema puede ser el montaje ya que condensa demasiadas escenas de la trama romántica seguidas, rompiendo el ritmo de la película.

En definitiva, buena película en conjunto, con actuaciones y música soberbias pero que se ve afectada en exceso por una dirección sosa y sin nervio, sobre todo en su segunda mitad.

Una auténtica pena, porque lo tenía todo para ser muy grande, pero es una experiencia muy recomendable: su losa es lo que podría haber sido y lo que es al final, no su propia calidad.

lunes, 14 de enero de 2013

2012: El año [Resumen]

Ya hemos dejado atrás el 2012 y, ahora que esta reposado, es hora de hacer un resumen de lo que he visto, sin ser mucho ni todo y sin orden concreto, que loa rankings ya no están de moda.

Los Vengadores fue la superpelícula del año, sin duda. Un proyecto muy esperado, con muchos cuchillos afilados pendientes y una inversión enorme, pero Joss Whedon lo hizo.

Otra vez.



Capta la esencia primitiva de los cómics Marvel, con una galería de personajes típica pero sin caer en lo trivial.
Sin demasiados altibajos, muy entretenida y con ese punto de humor que toda producción de este estilo debería tener.
Para ponernos tristes y desmontar a un superhéroe ya tenemos a Batman.

Chronicle es, sin salirnos del género superheroico, un año cero de ese estilo, un primer número que crea un universo propio basándose en los principios humanos mas primitivos: bien y mal, altruismo y egoísmo.



Excelentemente rodada, con mucho ingenio y maña, consigue llevar la historia hasta el límite y dejarla donde debe quedar.

Argo es un clásico instantáneo  al estilo del mejor thriller americano, con una.dirección clásica y eficienten a cargo de Ben Affleck, muy buen reparto (atención.al dueto Alan.Arkin/ John Goodman) y un guión a prueba de bombas, con una parte final que, aunque sepas lo que ocurre, te mantiene en tensión.



Prometheus o "La bronca del año". He de decir que sólo la he visto en cine pero prometo una revisión en casa con un blogueo grande.



A pesar de sus contras, me parece un gran ejemplo de ciencia ficción en cine. Tiene sus problemillas como un montaje deficiente, demasiada retórica para la historia que cuenta, personajes inconsistentes, una necesidad absurda de anclarse a la saga Alien que le hace perder enteros por si misma pero brilla visualmente, tiene partes muy buenas y deja lagunas (para algunos charcos,para otros océanos), cosa buena para darle al coco y conjeturar hasta el.absurdo. Y presenta a los ingenieros,una de las figuras más poderosas del último cine fantástico.
Polémica no le falta y calidad, tampoco.


Looper es otro buen ejemplo de ciencia ficción. Su primera hora es enorme, presentando un universo lleno de posibilidades, con Joseph Gordon-Levitt haciendo de Bruce Willis en un entorno neo-noire, un hijo bastardo de Origen y 12 monos.



Luego la historia nos lleva por otros derroteros, atados a la convencionalidad del cine americano pero solventando la papeleta con nota.
Una película muy cuidada, con pistas sueltas para equivocar al espectador y volverle el cerebro del revés.


Dredd sería el hermano malvado de este año, la película más Carpenteriana que jamás se haya rodado desde que Snake Pliskeen salió de Los Ángeles.



Violenta, seca, dura y lisérgica, Dredd nos deja en un bloque de Mega City Uno, la peor ciudad del mundo postapocaliptico, para que Karl Urban reparta estopa y se mantenga serio debajo de su casco.
Enorme película, injustamente ignorada.


The cabin in the woods debe estar aquí.
Whedon, otra vez.
Como os comenté, esta película es pecado en nuestro país ya que todavía no ha salido ni en formato doméstico, a pesar de darle una vuelta al terror y fantástico que hace mucho que se estaba apolillando. Entretenida, gamberra, poco convencional y casi un manifiesto de serie B, The Cabin... es una película de referencia, sin duda.

 Moonrise Kingdom es la felicidad y el amor en cine, con Wes Anderson depurando su estilo y contándonos una historieta de adultos precoces. Deliciosa.



The raid redemption es,como dice el guionista de cómic Mark Millar, " la película a la que jugaría todo el día si la hubiese visto con 7 años". Tal cual.



La mayor orgía de tortazos bien dados que se ha visto en cine. Contad con el remake, seguro.

De ParaNorman os hablé hace poco, así que ya sabéis los motivos.

Ted es la sorpresa y la comedia del año, bajo la batuta de Seth McFarlane haciendo lo que mejor sabe: provocar y hacer reír  Me hizo gracia hasta Mark Wahlberg. Muy marcada generacionalmente (¡hola, treintena!), Ted es irreverente y tierna, pero sin caer en.el vómito y la diabetes.

Por último, El Hobbit: Un viaje inesperado. Nueva obra de Peter Jackson, enorme, inflada de presupuesto y metraje pero un espectáculo que se mantiene fiel al cuento y lo enlaza a la trilogía fílmica porque a Jackson le da la gana.
Y punto.



Tiene altibajos y le sobra algo de duración pero sólo con las carreras por el reino de los trasgos (muy videojueguiles) o ese acercamiento al Jackson de los inicios, con mucha piel blanda tipo látex, amputaciones de miembros (sin sangre,claro está) o la brillante escena de los acertijos, merece la pena ser elegida. Obviamente, si no os gusto la trilogía anterior, esta viene a ser más de lo mismo, quizás menos épica y más ligera. Y la banda sonora es un lujo.

Hasta aquí los elegidos, mi olimpo particular. A sus pies hay películas como Los mercenarios 2, casposa a rabiar pero a la que le falta un plus, Brave, fría y vacía pero visualmente preciosa, Stake Land, serie B de la buena, Skyfall, de la que sólo es rememorable el desmantelamiento del personaje y su final tipo western, Luces rojas, thriller con mucho estilo, REC 3, a la que hubiese pedido más locura desenfrenada pero que me parece dignísima, la primera parte de Extraterrestre de Vigalondo, esa delicia absoluta que es Los Muppets y que obligaría a ponerla en los colegios si queremos tener un futuro mejor y alguna mas que seguro me olvido.
Acepto reclamaciones, referencias y recomendaciones.

A ver que nos depara este año.
Crucemos los dedos.