viernes, 17 de junio de 2016

Relojes de hueso


Portada de la edición española.


Esta entrada es de las difíciles. Complicada de reseñar, de concentrar todas las ideas que he visto y de rebuscar las que no he llegado a captar.
Puede ser debido a que es el primer libro de David Mitchell (El atlas de las nubes, El bosque del cisne negro, Mil otoños) que he leído y me ha dejado K.O.
O puede ser que me haya flipado demasiado con este libro.
O quizá es que soy un inútil para las reseñas.

Yo que se.

Relojes de hueso de David Mitchell, editado por Random House, es una obra enorme. A medio camino entre la narrativa (digamos) convencional y el fantástico, el libro de Mitchell nos presenta más de 700 páginas de historias con personajes unidos con saltos temporales. Casi nada.
Relojes de hueso es uno de esos libros que cuanto menos conozcas de él a la hora de comenzar la lectura, mejor. Spoilers fuera, me limito a un corta - pega del argumento oficial: 

Después de una pelea con su madre, Holly huye de su hogar. Mientras se adentra en la campiña inglesa, una extraña se cruza en su camino y le solicita «asilo», una petición a la que la adolescente accede sin ser consciente de su significado. De repente, las extrañas visiones y voces que la acechaban de niña vuelven a perseguirla y alteran su mundo hasta adquirir un aura de pesadilla. A esto se añadirá la traumática desaparición de su hermano pequeño, un niño inquietante con una inteligencia inusual.
Pasarán muchos años antes de que Holly entienda qué sucedió ese fin de semana.




El libro se estructura en 5 bloques diferenciados por saltos temporales de varios años en estricto orden cronológico (en los años 80, 90, 2000...e incluso el futuro cercano). Casi se podría hablar de tres historias que terminan por confluir en una parte final. Puede parecer confuso, complejo, pero a la hora de la lectura todo fluye de manera muy natural, sin artificios. Para soportar tanto argumento, Mitchell utiliza su dominio del lenguaje, de las diferentes voces de cada uno de los distintos personajes. Y ese, aparte de su creatividad, es su superpoder. Mitchell podría hacer interesante la lectura de un prospecto de un medicamento, siempre y cuando lo redactase él mismo. Domina todos los niveles de lenguaje, lo que le da una personalidad inmediata a cada personaje... y no son pocos.
Esa habilidad y la presencia de palabros creados por el autor hacen de la traducción al castellano (de Laura Salas Rodríguez) un trabajo más que notable, en una tarea difícil.

La estructura del libro nos hace revisitar continuamente a los mismos personajes, que se van incorporando poco a poco en la trama. Los veremos cambiar, crecer, madurar y cambiar con el paso de los años. Es difícil buscar un único protagonista pero el hilo conductor del libro es Holly Sykes, casi sin querer. En ella se unen los elementos realistas y fantásticos, bordeando siempre entre ambos mundos.
La habilidad del autor de colocarnos en situaciones normales, casi cotidianas en relación con el tipo de protagonista del capítulo y de repente, convertir la escena en un espectáculo fantástico, extraño e inconcluso, excepto en la última parte del libro, es asombrosa. La fantasía entra en Relojes de hueso por extraños rincones, pequeñas puertas entreabiertas en la narración y con la misma fuerza con la que se presentan, desaparecen. Puede llegar a resultar frustrante, por supuesto e incluso suponer un punto negativo en la novela para muchos lectores. Ves un destello de magia, de algo maravilloso (o aterrador, depende) y en un pasar de página, se desvanece. Ese aspecto es de lo mejor y lo peor del libro: te obliga a seguir leyendo, en busca de más información pero también te deja huérfano de respuestas. Al principio, esa información fantástica es dada con cuentagotas, pequeños detalles que van creciendo en intensidad y sentido según avanza la lectura hasta su explosión final en el penúltimo episodio.

La desconcertante mirada de Mitchell

Tan importantes como la narrativa de Mitchell o la estructura y tono de la novela son los personajes, consiguiendo un plantel de lo más atractivo. Holly Sykes, Hugo Lamb o Marinus se quedan en la memoria y como se puede ver en el gráfico que circula por la red, aparecen en otras obras del autor (creando lo que parece un, atención, Mitchellverso). Es muy sencillo entender el libro como un mosaico, al contar con tantos personajes tan distintos, relacionados entre sí. Utilizando el título como símil, cada personaje es una ruedecilla de un mecanismo (de un reloj, por ejemplo) que termina por relacionarse con los que tiene alrededor, generando un movimiento a lo largo del tiempo.

Gráfico de Internet donde se ven las relaciones de personajes con las obras del autor.


La propuesta tiene de todo y la extensión del libro no se queda atrás. Las ideas se desarrollan en su totalidad y muy poco se queda en el tintero pero eso no indica que la lectura se haga pesada. No es un libro para leer a la ligera, requiere tiempo, paciencia y concentración, sin restarle un ápice de diversión. Resulta gratificante avanzar en él, cambiar de año y observar como los personajes cambian, aunque el foco de atención no se centre siempre en un mismo protagonista. Todo fluye y confluye.

Relojes de hueso terminó ganando el World Fantasy Award en 2015 y finalista en el Man Booker Prize y aunque los premios no me digan mucho, es reseñable que haya sido reconocido el gran trabajo y la completísima propuesta del autor.
Al principio decía que era el primer libro de David Mitchell que he leído; lo mejor que puedo decir para terminar es que no va a ser el último.
Muy recomendable.

4 comentarios:

  1. David Mitchell fue uno de los autores que me fascino hace un par de años. Su Atlas de las nubes fue un compendio de historias tan bien escritas, originales e hiladas que no me pude parar de deshacer en elogios por medio de mi blog. Luego las lecturas de El bosque del cisne negro y Mil otoños me confirmaron que este autor era para mi tan grande como mi Neil Gaiman o Branderson. Relojes esta en la pila, y si no me he puesto con él ha sido por que necesito disfrutarlo y no leerlo a malas y prisas veraniegas. Un abrazo^^

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    1. Solo he leído Relojes pero ya estoy terriblemente enganchado, ahora tendré que dosificar el resto de lecturas.
      Relojes de hueso es un libro de saborear, así que mejor lo reservas para cuando haya menos estrés veraniego. Espero que te guste tanto como a mi y a leer tus opiniones.

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  2. Hola!!! me ha pasado igual, es la primera obra que he leído de este autor, me ha encantado y fue un libro que me costó bastante reseñar porque fue difícil expresar lo que sentiste al leerlo. Las historias están muy bien hiladas, el personaje de Holly sobresaliente y ya la historia quinta donde todos los pequeños detalles convergen y entiendes muchas cosas me fascinó. Sin duda, tengo que leer más libros de este autor.
    Un abrazo

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    1. Creo que es la sensación más común al terminar de leer el libro, una mezcla de satisfacción y sentirte abrumado al tener que resumir sus puntos fuertes (que son demasiados). Mitchell se ha convertido en uno de mis fijos, sin duda.
      Gracias por el comentario!

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