Nuevos mundos, nuevas fantasías y nuevos horizontes.
Una de las últimas fronteras del género fantástico: buscar nuevas fuentes para contar y construir historias. El camino del héroe, los roles fijos de personajes, ambientaciones repetitivas, las mismas influencias culturales e históricas: estos son algunos de los problemas.
Pero, y menos mal, llevamos un tiempo recibiendo nuevos estímulos, otras formas de narrar, con influencias enriquecidas.
Silvia Moreno-García es una de las autoras clave en esta nueva etapa. Después del pelotazo de "Gótico" ("Mexican Gothic"), publicado por Minotauro el año pasado, la autora vuelve al sello para lanzarse a una fantasía llena de elementos mayas.
Nuevos mundos, nuevas culturas.
La Era del Jazz está en pleno apogeo, pero Casiopea Tun está demasiado ocupada fregando suelos en casa de su rico abuelo como para prestar atención a las nuevas melodías. Sueña, de todos modos, con una vida lejos de su pequeño y polvoriento pueblo en el sur de México. Una vida que pueda calificar de propia.
Sin embargo, esta nueva vida parece tan remota como las estrellas, hasta el día en que encuentra una curiosa caja de madera en la habitación de su abuelo. La abre y libera sin querer el espíritu del dios maya de la muerte, que le pide ayuda para poder recuperar su trono, que está actualmente en manos de su traidor hermano. El fracaso significaría la muerte de Casiopea, pero el éxito podría hacer realidad sus sueños.
En compañía de un dios extrañamente seductor y armada con su ingenio, Casiopea comienza su aventura, una odisea que la llevará por las selvas de Yucatán, las brillantes luces de Ciudad de México, hasta sumergirla en las oscuras profundidades del inframundo maya.
Silvia Moreno-García consigue que entres en la historia desde la primera página. No hay un tedioso prólogo ni una narración que no termina de arrancar: 20 páginas y ya tenemos todos los mecanismos en marcha.
Casiopea Tun es nuestra protagonista, una joven de 18 años que no tiene más opción que vivir con familiares que la tienen apartada haciendo ingratas tareas menores, en el México de 1920. Un clásico de la fantasía: la joven capaz de cualquier cosa pero que se encuentra aplastada por los mandatos familiares y sociales.
Todo cambia cuando Casiopea desobedece las normas y abre un viejo arcón de madera en la habitación de su abuelo, liberando al dios maya de la muerte, Hun-Kamé, y enlazando sus destinos.
El resto de la novela es pura aventura fantástica, con la carrera de Casiopea y Hun-Kamé contra el tiempo, los astutos planes del hermano de Hum, Vucub-Kamé, nuevo amo del inframundo maya y las cadenas que atan a Casiopea a una vida de desgracia y servidumbre.
Después de ese arranque, convincente y dinámico, Moreno-García nos lanza a lo largo de México, cambiando de escenarios, mientras ahondamos en las peculiaridades culturales de la zona. No es un acercamiento demasiado complejo o profundo, lo justo para que la historia se desarrolle en ambientes a los que no estamos acostumbrados. Casiopea y Hun-Kamé entrarán en contacto con un buen puñado de arteros seres y deidades, siempre urdiendo el mejor de los tratos. La autora se toma el tiempo justo en cada encuentro. "Dioses de jade y sombra" es una novela que va con prisa, en el mejor de los sentidos. Nuestros protagonistas van a un punto en concreto en busca de algún elemento y sin perder demasiado tiempo, van al siguiente punto de su viaje.
Una de las razones por las que van tan rápido y sin entrar en spoilers, es por la típica persecución de los antagonistas de la historia. La unión de Vucub-Kamé con Martín, primo y enemigo acérrimo de Casiopea, crea una sensación de urgencia, de peligro constante. El papel de Vucub-Kamé se centra en su aspecto como dios del inframundo: superior a los mortales, intrigado por su comportamiento pero sin interés en establecer una confrontación directa. Y obsesionado con el poder en detrimento de su hermano, claro. Para las misiones más mundanas, requeridas para frenar el avance de Casiopea de Hun-Kamé, utiliza a Martín, al igual que utilizó a su abuelo en el pasado.
Y Martín, oh Martín, él es profundamente humano. Envidioso, manipulador, machista y controlador; una delicia, vamos. Es el encargado de perseguir y adelantarse a los pasos de Casiopea, en un intento por conseguir poder y venganza.
En este punto intermedio, Silvia Moreno-García aprovecha para desarrollar la relación entre Casiopea y su familia, entre nuestra heroína y su acompañante (¿hay romance, son perfectos desconocidos, quizás enemies to lovers? Puede ser...) y en detallar aspectos de la cultura maya, aprovechando los enfrentamientos con los seres que deben visitar. También intercala pequeños capítulos en los que el protagonismo recae sobre Martín y Vucub-Kamé, ampliando detalles sobre sus poderes y el inframundo maya. Esta parte de la novela, muy cercana a aspectos de Neil Gaiman, por ejemplo, tiene algunos altibajos en su desarrollo. Hay partes muy entretenidas y otras pecan de repetitivas; nada grave, pero lastran el excelente ritmo narrativo que llevaba.
El último arco de la narración, su tercio final, me pareció una maravilla. Con cada personaje perfectamente detallado, la historia fluye hacia el punto exacto y Silvia Moreno-García da rienda suelta a su estilo e inventiva. Coqueteando con elementos más oscuros y derrochando fantasía, Casiopea se debe enfrentar al último obstáculo de su viaje. Ahí es justo donde la novela brilla, encajando piezas (no era muy difícil) y añadiendo un toque oscuro que cohesiona todos los mensajes de la novela.
Las palabras son semillas, Casiopea. Con palabras se tejen narraciones, y las narraciones engendran mitos, y el mito tiene poder. Si, las cosas que pronuncias en voz alta tienen poder.
Uno de los principales problemas que tuve con "Gótico" fue que no me pareció una novela de terror. Si que hacía uso de elementos del género pero no se sentían como de terror. Una novela de fantasía oscura o un primer paso para unas mentes lectoras no acostumbradas al terror, quizás, pero ni de lejos la mejor novela de terror del año. Las expectativas, supongo. Aún así, me gustó y la suelo recomendar (con muchísimo acierto).
Después de leer "Dioses de jade y sombra" lo tengo aún más claro: éste es el terreno de Silvia Moreno-García. Una fantasía con un balance excelente de elementos clásicos y modernos, llenos de toques de cultura mexicana y pasajes más oscuros. Y por esos caminos son por los que Silvia Moreno-García se convierte en una autora más que recomendable, más que necesaria.
Que no os asuste eso de pasajes más oscuros, no hay nada que os quite el sueño. De hecho, Moreno-García construye su novela y sus personajes en base al eterno conflicto entre bien y mal, entre bondad y crueldad, justicia o venganza.
Nada que reprochar a su estilo narrativo, cercano, ágil y nada recargado, con buenos diálogos, aprovechando el carácter tan marcado de sus personajes. Si que tiene, como decía, ese bache algo repetitivo en su parte media, pero no puedo decir nada malo sobre su último tercio.
Espectacular.
Además de los detalles sobre la cultura maya, auténtica protagonista de la novela y que marca su personalidad, también utiliza elementos sociales como el papel de la mujer en esa época, la década de 1920 (bueno, y el la actualidad...), los momentos posteriores y previos a la revolución mexicana, las diferencias entre distintos puntos del país y su relación con sus vecinos norteamericanos. La influencia USA se percibe en cambios en las costumbres mexicanas, su reflejo como lugar donde los norteamericanos iba a hacer (¿hacen?) todo lo que no les era permitido en plena ley seca, un punto que también enlaza con el uso, casi perversión, de elementos culturales maya en un punto al final de la novela.
En definitiva.
"Dioses de jade y sombra" es una entretenida novela de fantasía, con una excelente ambientación maya, llena de dioses, demonios y persecuciones. Con esta novela, Silvia Moreno-García se incluye en el grupo de autoras y autores con afán renovador del género. En uno de los blurbs que acompañan a la edición de Minotauro, se compara a la escritora con otras como Nnedi Okorafor, N. K. Jemisin o Naomi Novik. Quizás, para mi gusto, esté un poquito por detrás de Okorafor o Jemisin pero si se alza como una de las autoras clave del fantástico actual.
Una novela muy accesible, que te recibe con las puertas abiertas, casi ansiosa de compartir su mundo contigo, de enriquecer tu visión. Claro que cae en algún tópico, es inevitable, pero "Dioses de jade y sombra" se convierte en una recomendación más que clara para aquellas mentes que quieran viajar a otros mundos, asomarse a otras culturas, sin caer en una fantasía demasiado recargada.
Si os ha llamado la atención "Dioses de jade y sombra", os recomiendo "Gótico" de la misma autora o las novelas de Akata ("Bruja Akata" y "Guerrera Akata", publicadas por Nocturna) de Nnedi Okorafor.
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