"Verano cruel" - Wesley Southard / Dimensiones Ocultas

No me gusta el verano. 
Menuda revelación bomba para iniciar una reseña.
Calor, una especie de ambiente de jolgorio permanente, aglomeraciones de gente, días que parecen no terminar, etc. 
Así que pocas cosas me parecen tan atractivas como un libro que se titula "Verano cruel".
Ese libro me representa.
La novela de Wesley Southard, además de ubicarse en pleno verano, es una entretenida aventura de terror, con pinceladas de drama, en el que una madre y su hijo deben hacer frente a un exnovio maltratador que ha vuelto en forma de...
Bueno: ha vuelto.
Poneos el pantalón corto, la protección solar y a leer al borde del mar, con mucho cuidado de lo que pueda salir de ahí.

Título: "Verano cruel" ("Cruel summer")
Autor: Wesley Southard
Editorial: Dimensiones Ocultas, 2023
Traducción: Roberto Carrasco
Portada: Suspiria Vílchez
Páginas: 356
Tapa blanda con solapas.

Melissa Braun es una mujer rota. Solo quiere lo mejor para su familia y está dispuesta a hacer lo que sea para salvar la relación con su novio. En un último y desesperado intento, espera que el sol y las playas de Florida vuelvan a unirlos. 

Patrick Braun es un chico deprimido. Silencioso y gruñón, solo desea que su madre se dé cuenta del tormento que les causa ese hombre. Tras años de silencio, se niega a quedarse de brazos cruzados y permitir más malos tratos.

Hoyt Rainey es un hombre vil. Incapaz de mantener las manos quietas y de controlar su ira. Solo que esta vez él será el castigado y descenderá hasta las oscuras profundidades del océano. 

Madre e hijo creen que por fin están a salvo, que su problema ha desaparecido para siempre.
Se equivocan.
Cuando una bestia tan antigua como el tiempo descubre a Hoyt… 
Este no permanecerá muerto demasiado tiempo.

Ya sabéis, si habéis leído otras reseñas o conocéis a la editorial, que dimensiones hay muchas, tantas como diferentes caras tiene el terror. "Verano cruel" es una puerta de entrada a una nueva dimensión, una que, quizás, no había estado presente en la editorial hasta ahora.
Pero, vayamos poco a poco, no adelantemos acontecimientos.

Verano, Florida y unas vacaciones. 
Eso es lo que vamos a encontrar al principio de la novela. Patrick, junto con su madre Melissa y Hoyt, su novio, inician un viaje por carretera hasta la zona de costa de Florida. 
¿Idílico, verdad?
Para nada.
La situación está muy tensa. Hoyt es un maltratador que abusa de su pareja y humilla al pequeño Patrick, en busca de hacerlo un hombre de verdad, aunque no sea su padre biológico. Una página y media; creo que es el tiempo que tardé en odiar a Hoyt. O menos, incluso.

Wesley Southard estructura la novela en dos partes bastantes diferenciadas y este segmento de drama, violento y duro, muy psicológico, abre el libro.
Decía que odiaba a Hoyt y es imposible no hacerlo. Southard consigue construir un personaje tan deleznable como real, con apenas tres o cuatro pinceladas. Un tipo violento, machista y controlador, que tiene a Melissa y a Patrick bajo su dominio. 
No voy a hacer ningún destripe, ya sabéis, pero algo va a pasar, un cambio de estatus que va a implicar la salida de escena de Hoyt... para volver convertido en algo peor.

Con ese cambio en la relación entre los tres protagonistas se abre la segunda parte de la novela, que se desprende de parte de esa dura violencia para transformarse en una frenética aventura con pinceladas de terror. El tema subyacente del abuso y maltrato siempre va a estar ahí pero de fondo, estableciendo un contraste muy necesario y que se agradece. 
Se agradece porque, en el fondo, "Verano cruel" es una lectura muy entretenida, lúdica, y sabe manejar esa intensidad y su contenido para no caer en un drama demasiado formal que no podría soportar parte de la locura de esta segunda mitad.

"Verano cruel" gira alrededor de su trío protagonista. Ya he hablado de Hoyt, uno de esos personajes deleznables, espectacularmente bien construido desde su maldad, egoísmo y odio. Melissa y Patrick son los dos componentes restantes de ese grupo. Madre e hijo comparten un tira y afloja muy particular. Melissa se siente sola en su papel de protectora, quiere que Patrick tenga un referente masculino, aunque eso conlleve sufrir los abusos de Hoyt. Ella hace lo que puede, superada por la realidad , y muchas veces no toma las mejores decisiones. Patrick, por su parte, parece más maduro que su madre, y no soporta la relación con su pareja. Una construcción de relaciones que, aunque parezca extraña, no se aleja tanto de la triste realidad. Patrick y Melissa deben hacerse fuertes frente al drama de los abusos y la violencia, primero, para rehacerse y plantar cara a amenazas de origen desconocido (pero marítimas, muy marítimas).
A los tres personajes principales se les suman dos secundarios de lujo, en los que no voy a entrar en detalle por los spoilers, pero que funcionan muy bien en la segunda parte de la novela. 

Esa construcción en dos partes, tan diferentes en su enfoque, hace que Southard deba afinar su estilo a la hora de narrar la historia y que tenga ritmo.
Y lo tiene, vaya si lo tiene.
El inicio es tenso, tampoco es que se prepare a fuego lento, si no que genera una atmósfera oscura y violenta, muy incómoda. Después, como buena narración de terror más juguetona, las nubes se apartan y dejan un clima más propicio para disfrutar de una entretenida sucesión de amenazas, persecuciones y revelaciones. 

Entre los puntos fuertes de Dimensiones Ocultas se encuentra el de ofrecer propuestas que no solíamos leer en castellano. Un trabajo de fondo para traer esas novelas que no tenían presencia en nuestras librerías. "Verano cruel" es una de esas mezclas que, hasta hace unos años, no veríamos nunca por aquí. Quizás, en un principio, la novela podría recordar a "Tiburón", por aquello de su ambientación y sus amenazas acuáticas y hay algo de eso, sin duda, pero Southard añade más elementos. Elementos de los que no quiero hablar y deberéis descubrir con la lectura, pero hay cosas bastante inesperadas. De lo que si quiero hablar es de su espíritu de película de aventuras y terror, esencia de videoclub, que nos lleva a otro tiempo y a asfixiantes tardes veraniegas.

"Verano cruel" es la perfecta lectura de playa o piscina. 
Y que esto no se interprete como algo peyorativo, todo lo contrario: necesitamos lecturas así. 
Una novela que arranca con un elemento dramático tan real, doloroso, y que sabe rehacerse para convertirse en una sucesión de aventuras, persecuciones y amenazas muy cinematográficas. 
Tiene ciertos aspectos de terror, pero no vayáis buscando nada demasiado cerrado: "Verano cruel" es la perfecta definición de novela de aventuras de terror. Tiene pinceladas de terror, algunas bastante realistas, pero el resto es puro entretenimiento.
Y eso es justo lo que pide la historia: nada más y nada menos.

Dimensiones Ocultas se caracteriza por sus originales propuestas y por su sentido estético; "Verano cruel" no iba a ser la excepción. La maravillosa portada de Suspiria Vílchez se construye con la ilustración de Aixado, artista que también es su madre. Eso genera una situación que encaja con la relación madre/hijo de la novela. 
Mención aparte para la traducción de Roberto Carrasco, algo más comedido que en otras ocasiones (aunque vais a encontrar alguna expresión marca de la casa) para amoldarse al espíritu del libro.

Dimensiones hay muchas, tantas como terrores, y "Verano cruel" es una visita a un mundo al que todavía no habíamos entrado desde esta editorial. Aventura de terror, con tintes de drama, bajo el sol, en bañador, arena, amenazas marítimas, muchos animales acuáticos y sombras que se pierden en las leyendas de la antigüedad hasta cimentarse en la maldad y violencia de los tiempos actuales.