viernes, 9 de diciembre de 2022

Trilogía Impossible Times - Mark Lawrence / Red Key Books

El tiempo, una de nuestras eternas obsesiones. El paso del tiempo, su control, tiempos buenos, malos y mejores (o peores). Algo intangible que condiciona nuestra existencia y un elemento perfecto para trastear con él en la literatura o el cine. 
La trilogía Impossible Times, escrita por Mark Lawrence y publicada en castellano por Red Key Books, es un ejemplo perfecto de literatura de ciencia ficción, asequible y muy entretenida, con el tiempo como principal protagonista. 
Tres libros que se leen como uno solo, con bastantes diferencias entre ellos. Acompañar a Nick Hayes a través del tiempo es un viaje lleno de tiradas de salvación, paradojas, acción y manuales de D&D. 


Una palabra mortal.

Londres, enero de 1986. Nick, un chico de quince años, recibe una noticia devastadora: le queda poco tiempo de vida. Sin embargo, esto no será lo más extraordinario que le ocurrirá esa semana.

Él y su pandilla de juego de Dungeons & Dragons pronto descubrirán que la realidad supera con creces el mundo imaginario de sus partidas semanales. La llegada de una chica nueva al grupo, Mia, y la aparición de un misterioso personaje con habilidades sorprendentes desencadenarán una serie de sucesos que cambiarán su vida para siempre.

Un extraño hombre que le persigue. Un loco con un cuchillo. Un peligro que acecha a Mia.

Eso es solo el principio. Si quiere salvar la chica, Nick tendrá que emprender una carrera contra el tiempo, desafiando las mismas leyes de la física.

El primer volumen de la trilogía es un caramelo
Primero, una confesión: prejuzgué esta novela.
Me quedé en una visión superficial del argumento, imaginando un "Stranger things" mezclado con "Ready Player One" (quizás por su cubierta). 
De ahí la sorpresa al encontrarme una novela distinta y que me ha gustado muchísimo. 

El grupo de adolescentes protagonistas cumple una serie de tópicos. Simon es el genio gordo retraído; Elton, el negro que vive en los suburbios; John, el rico y Nick, nuestro protagonista y voz principal de la narración, tiene leucemia, poco tiempo por delante y bastantes secretos. 
Mia, por su parte, vive en un barrio peligroso, con estética gótica y algunos problemas con gente poco recomendable. 

Hay tópicos, por supuesto, pero no marcan el carácter de la novela.
Sigue siendo una novela joven/adulta pero sin caer en un infantilismo extremo. Nick tiene una grave enfermedad, Elton sufre un racismo muy arraigado, Mia se dirige a una vida adulta con muy pocas opciones… Ese factor, esa no infantilización, me sorprendió gratamente.
Hay drogas, problemas con extraños e inadaptados compañeros de Instituto… sin extremismos pero con una visión adulta y compleja de los peligros de crecer. 

Mark Lawrence sabe crear interés, personajes entrañables y mantener el entretenimiento durante toda la lectura. 250 páginas que se leen en un suspiro y dejan con ganas de más. Los viajes en el tiempo, o algunos aspectos relacionados con ellos, tienen una importancia clave en la novela. Las "normas" que utiliza Lawrence para estos viajes son flexibles, asumibles y se desarrollan en su justa medida; lo suficiente para que funcionen pero no de manera tan profunda para meterse en líos (para eso están las otras dos entregas...).

"Una palabra mortal" sabe gestionar su uso de la nostalgia para ofrecer un entretenimiento fantástico, con un punto de vista adulto y unas fabulosas ideas sobre universos y demás líos temporales.
Tiene, además, una visión social de la, otras veces, idealizada década de los 80 y un uso muy fino de lo que supone una enfermedad grave en un adolescente.

De ahí lo de catalogarla como un caramelo. Una novela de la que no esperaba mucho, sinceramente, pero que ha superado todas mis expectativas en todos los ámbitos. No es autoconclusiva, quedan puertas abiertas para los acontecimientos que vienen a continuación, con "Un deseo limitado".

Un deseo limitado.

Es el verano de 1986. El joven Nick es ahora un estudiante de Cambridge donde trabaja con un matemático de renombre mundial. Pero tras los sucesos que ha vivido los últimos meses, entre los que se incluyen un diagnóstico de cáncer, viajes en el tiempo y persecuciones de asesinos, lo que más desea es tener una vida normal.

Sin embargo, esto no va a ser posible. Cuando una misteriosa chica que le es extrañamente familiar se cruza en su camino, Nick descubrirá que han aparecido arrugas en el tejido temporal que amenazan con sumir el mundo en un futuro catastrófico, y aún más, que él es el centro de todo el problema.

Dos líneas temporales. Un mundo que pende de un hilo. Una decisión que puede cambiarlo todo.

 
El tiempo se acaba. Literalmente. Y solo él puede impedirlo.

La segunda entrega de Impossible Times marca una diferencia con la entrega anterior y tú, como mente al otro lado de la página, eres consciente de ello desde el principio. 
Me explico.

"Una palabra mortal" nos llevaba de la mano con una serie de personajes casi infantiles, con algo de oscuridad en sus vidas pero sin que calase en su comportamiento. El tiempo ha pasado,las aventuras y los sacrificios han sucedido y Nick y su pandilla no son los mismos.
Y lo percibimos.

Nick debe hacer frente a la situación con Demus y Mia, entre otras cosas. Para ello debe acelerar su adolescencia, exprimir su ingenio al máximo para hacer frente a los retos temporales que le han surgido/le van a surgir/le están surgiendo/podrían surgirle.

Esta segunda novela se centra en la presencia de Nick en Cambridge y una posible decisión que marcaría el tono de todas las paradojas.
No quiero meterme más en el argumento, por los spoilers, ya sabéis, pero hay una evolución, no tanto en el estilo de Lawrence como en el desarrollo de las teorías temporales.
Esas ramificaciones se complican, haciendo que dudemos de todo, que no veamos el fin del bucle, de las paradojas. 
Y, entre medias, una vibrante novela llena de tensión, nuevos y viejos personajes y muchísimas puertas abiertas.

Mark Lawrence sabe guiarnos a donde quiere y, si "Una palabra mortal" marcaba el paso de la infancia a una fase adolescente, este segundo libro nos zambulle en una etapa adolescente, casi adulta. Una representación perfecta de las decisiones y sacrificios de la madurez, que se enmaraña con las tramas temporales. 
Y así, eligiendo, sufriendo y roleando, llegamos a la última etapa.

Una ilusión disipada.

En la última entrega de la trilogía de Impossible Times, Nick Hayes sigue descifrando los secretos del universo y los viajes en el tiempo. Pero él sabe cómo termina la historia. Lo ha visto con sus propios ojos. Y cada año que pasa se acerca un poco más a su fatal desenlace.

Sin embargo, descubrirá que su yo del futuro le ha estado mintiendo durante todo este tiempo.

El fracaso nunca ha sido una opción, y tampoco la supervivencia. Pero Nick espera tirar los dados una vez más para combatir al propio universo y encontrar una nueva verdad.

El último tramo del viaje temporal tiene todo lo bueno y lo malo de una última entrega. Las tramas llegan a su fin, con un último truco que Mark Lawrence se guardaba en la manga y eso hace que nos replanteemos todas las teorías temporales anteriores.

Si el libro anterior era pura adolescencia, aquí nos vamos a la madurez, a la adultez. Decisiones, responsabilidades, más sacrificios y un poco menos de roleo. 
Y, por si dudábais: es un final, final. Las tramas se cierran, con algunos giros que funcionan mejor que otros, otras partes que igual no hay que pensar mucho en ellas (no sea que le veamos las costuras...) pero de manera bastante satisfactoria, con intensidad y consecuente con los personajes y las situaciones planteadas.

Mark Lawrence es un buen narrador y ha sabido potenciar al máximo el uso de Nick como voz principal, con todas la trilogía narrada en primera persona. Otro punto importante: ha marcado una evolución en su protagonista, con hechos pero también con sus reflexiones y pensamientos. 
Podemos identificar el primer libro con la infancia, el segundo con la adolescencia y este último con la madurez, y eso no resulta nada fácil. Todo ello sin perder el ritmo y el marcado tono de novela de aventuras que tiene el conjunto.

La trilogía Impossible Times es una excelente lectura, muy entretenida y con un delicioso toque lleno de cultura popular. Se toma su espacio, siendo una serie cuyo tema principal son los viajes en el tiempo y las paradojas temporales, en desarrollar gran parte de las posibilidades, atendiendo a unas normas internas que el propio autor explica. 
Como decía, tres libros que se sienten como uno solo pero, al mismo tiempo, distintos.
Tres libros que marcan esa transición de la infancia al mundo adulto y que tampoco le da la espalda a problemas eternos como la inclusión, el respeto, la tolerancia y en favorecer las soluciones basadas en la inteligencia frente a la confrontación física, aunque tenga su buena ración de persecuciones peligrosas.

Mención aparte para la traducción de David Tejera Expósito, que sale airoso de bucles temporales, pantallas de Dungeon Master y Doctor Who. 

Si buscáis una lectura ágil, sorprendente, con viajes en el tiempo pero sin enrevesarse mucho (lo justo y necesario para crear algunos universos alternativos) y con un balance excelente entre entretenimiento juvenil y adulto, Impossible Times es una recomendación más que obligada. Ecos de Stranger Things, Doctor Who, con un ritmo que hace que 250 páginas (750, en total) se lean en un suspiro.
Ya sabéis,novelas que son más grandes en el interior.

Agradecer a Red Key Books los ejemplares enviados para la reseña.
Si os ha llamado la atención os recomiendo que busquéis una Tardis y os deis un buen viaje por el espacio tiempo de "Doctor Who" en cualquiera de sus reencarnaciones.

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